El secreto que había estado oculto a plena vista durante 40 años, que los anillos de Saturno calientan su atmósfera, fue descubierto por el legendario telescopio Hubble.

Gracias a las observaciones hechas con el telescopio espacial Hubble, la sonda Cassini, las naves Voyager y la misión International Ultraviolet Explorer, los investigadores descubrieron que el vasto sistema de anillos de Saturno está calentando la atmósfera superior del planeta gigante.

La NASA informó, a través de un comunicado, que el hallazgo se dio gracias a la perspicacia de un veterano astrónomo que analizó durante todo un año las observaciones que el Hubble realizó a Saturno, a la retirada sonda Cassini, y de las naves Voyager 1 y 2.

Saturno es el sexto planeta desde el Sol y el segundo planeta más grande del sistema solar. Foto:Especial.

El novedoso hallazgo muestra que el vasto sistema de anillos de Saturno está calentando la atmósfera superior del planeta gigante. 

Colaboradores de la NASA explicaron que el fenómeno trata de una interacción inesperada entre Saturno y sus anillos y que ese descubrimiento podría proporcionar una herramienta para predecir si los planetas alrededor de otras estrellas tienen el sistema de anillos como Saturno.

Los científicos saben que la atmósfera está siendo contaminada y calentada desde el exterior debido a que las observaciones muestran un exceso de radiación ultravioleta, vista como una línea espectral de hidrógeno caliente en la atmósfera de Saturno. 

Hasta ahora la explicación más razonable es que las partículas heladas del anillo que llueven sobre la atmósfera de Saturno causan este calentamiento, aunque no se explica con detalle el proceso.

Saturno es el sexto planeta desde el Sol y el segundo planeta más grande del sistema solar. Foto: Especial.

Se sospecha que podría deberse al impacto de micrometeoritos, al bombardeo de partículas del viento solar, a la radiación ultravioleta solar o a fuerzas electromagnéticas que recogen polvo cargado eléctricamente. Es el mismo campo gravitatorio de Saturno, el que arrastra las partículas hacia el interior. 

Los datos de la sonda Cassini, la que justo antes de finalizar su misión se sumergió en el planeta, pudo detectar partículas que caen desde los anillos.

“Aunque la lenta desintegración de los anillos es bien conocida, su influencia en el hidrógeno atómico del planeta es una sorpresa. Gracias a la sonda Cassini, ya conocíamos la influencia de los anillos. Sin embargo, no sabíamos nada del contenido de hidrógeno atómico”, dijo Lotfi Ben-Jaffel, del Instituto de Astrofísica de París y del Lunar & Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona.

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