León, Guanajuato. A pocas semanas de comenzar otro año, uno de los propósitos más comunes para llevar a cabo diferentes proyectos es ahorrar, pero esto requiere de decisión o algún incentivo para iniciar este hábito.
Dante Teytud, director Comercial de Credifiel y experto en finanzas personales, comenta que se estima que cuatro de cada 10 mexicanos jamás ahorra dinero y que el 14% dejó de hacerlo.
En México únicamente 32% de los adultos, tiene una cultura básica en la materia, pero esto puede inculcarse a partir de las primeras etapas de un niño. Es probable que, durante la infancia, no se esté muy consciente de lo que esto significa ni de lo útil que será en un futuro; sin embargo, fomentarlo en los más pequeños les dará herramientas a lo largo de su crecimiento”, agregó.
Uno de los factores que influye en estas acciones es la falta de educación financiera, ya que de acuerdo al experto en finanzas personales, ahorrar es una acción que se alimente de la disciplina para que en el futuro sea instrumento determinante para su bienestar económico y cumplir el objetivo de comprar una casa, un auto o simplemente tener la tranquilidad de que ese dinero está a salvo para una emergencia.
Con el paso de los años, los hábitos financieros también se han modificado debido a las prácticas o modas, el tipo de educación, los avances tecnológicos y los productos financieros que cada generación prefiere o tiene acceso.
Se estima que 37.8% de las personas mayores de edad (cerca de 13.4 millones de habitantes) tiene una cuenta de ahorro formal en una institución bancaria y un 63.2% de la población pone en riesgo el total o parte de sus ahorros al no resguardarlos en instituciones financieras reguladas, como los bancos.
En un contexto económico como el actual, el ahorro representa un instrumento medular para asegurar la liquidez económica frente a la contingencia y ampliar las oportunidades de adquirir alguna herramienta financiera” destacó Teytud.
Hay varios puntos que harán más ameno el inicio de la cultura de ahorro y que ayudarán a mantener finanzas sanas a corto, mediano y largo plazo, sin importar cuál sea la meta final.
1. Revisa tus hábitos
Ayuda tener en papel cuánto ganas y gastas para conocer la capacidad de ahorro.
2. Gastos hormiga
Ahorrar entre tus gastos diarios, es posible, ya que puedes reducir gastos que están reduciendo tu presupuesto y es probable que no te des cuenta.
Fumar o apostar son algunos ejemplos de hábitos que, además de no ser buenos para tu salud y estabilidad, te están causando una fuga importante de dinero.
3. Compras inteligentes
Tomarte el tiempo para hacer compras es indispensable. El truco infalible está en no siempre ir por lo más barato, sino por lo que rinda más y no haga gastar de nuevo en el corto plazo. Por ejemplo, hacer compras por mayoreo es una buena forma de hacer rendir tu dinero en casa.
4. Deshazte de servicios que no aprovechas
Es posible que estés pagando servicios a los que, nadie en casa, les está sacando provecho. Para detectar estos gastos, haz una revisión de las facturas que llegan al mes y determina en qué puedes ahorrar y cuál es el servicio del que puedes prescindir.
5. Deudas “buenas” y “malas”
Cuando nos referimos a una deuda buena, será aquella que se adquiere con el fin de obtener algún beneficio a largo plazo, por ejemplo, sí eres trabajador del Estado tienes la opción de adquirir un crédito vía nómina ya sea para desarrollar un negocio propio.
Una deuda mala, se le conoce a aquella que solo está ligada al consumo, es decir, no necesitabas ese celular de última generación y ahora lidias con cómo pagarlo.
6. Ahorro formal
Solicita una cuenta de ahorro en la institución financiera que más te convenga, para ello te recomendamos investigar cuál te ofrece un mayor rendimiento, un mejor servicio y te cobra menos comisiones.
Además de formarte un buen hábito, al ahorrar obtendrás grandes beneficios como no desestabilizar tu economía, alcanzar tus metas financieras y prepararte para el futuro.