León, Guanajuato.- Para combatir la reproducción y propagación de microorganismos en colchones, sábanas y cobijas y con ello prevenir enfermedades, es importante una buena higiene no sólo para la imagen y la convivencia, también para el bienestar.
La higiene es importante, la ducha diaria, lavarse las manos constantemente y el aseo de espacios comunes, como el baño, son de los hábitos más normales para una higiene aceptable sin embargo en muchas ocasiones se dejan de lado elementos con los que se conviven diariamente y aunque parezca increíble hay países como el Reino Unido en donde sólo se cambian las sábanas y cobijas una vez al año.
Cada noche todos convivimos con miles de bacterias, hongos, virus e insectos que se alojan en la cama, basta con las células cutáneas muertas, la saliva, el sudor, partículas de comida o secreciones, para crear un ambiente idóneo en el que se desarrollen esos microorganismos, algunos resistentes a insecticidas por su proceso de adaptación.
Una investigación de la Universidad Estatal de Nuevo México, Estados Unidos, señala que hay un resurgimiento de chinches, resistentes a insecticidas, en prácticamente todo el mundo, y se espera un escalamiento de este problema de salud pública.
Aparte de esos insectos, que son los que más se relacionan con una mala higiene de colchones, sábanas y cobijas, hay evidencia científica de que los malos hábitos de lavado también promueven la aparición de estafilococo áureo, un tipo de bacteria contagiosa que puede entrar al cuerpo a través de alguna herida abierta y producir infecciones cutáneas y pulmonía en situaciones más extremas. Otro tipo de microorganismo que llega a nacer en la cama son las bacterias E. coli, famosas por provocar diarrea e infecciones urinarias.
Recomendaciones para combatir la producción de microorganismos en cama y prendas
1.- Airear las sábanas todas las mañanas; lo mejor sería lavarlas a diario pero como no es posible en la mayoría de los casos, se debe hacer por lo menos cada semana.
2.- Al tender la cama, retirar por unos minutos el edredón o las cobijas, para que su posible humedad desaparezca y que las sábanas “respiren”, eso hará al colchón menos atractivo para que aniden bacterias y chinches.
3.- Del lavado de sábanas, cobijas y ropa de cama como pijamas y batas, la sugerencia es hacerlo con agua caliente o muy caliente, a por lo menos 55 ºC, con esa temperatura se eliminan microorganismos como los ácaros, insectos microscópicos que viven en el polvo y que prefieren habitar en colchones, almohadas y otros textiles hogareños.
4.- Cambiar las fundas de las almohadas por lo menos cada 2 o 3 días ya que en ellas se acumula saliva, caspa, piel y otras sustancias corporales o externas; en el caso de sábanas y cobijas, hacerlo una vez a la semana.
5.- Aspirar el colchón y la base de la cama una vez al mes y voltear el colchón cada 3 meses. Si su antigüedad supera los 10 años, se debe reemplazar ya que además de sucio seguramente ya no será cómodo.
Tips finales
Para no llevar microorganismos a la cama, es mejor bañarse antes de dormir, no comer ni beber sobre ella, evitar las siestas después de hacer ejercicio, eliminar cualquier residuo de los pies antes de acostarse y mantener a las mascotas lejos de sábanas y cobijas.
Datos que te harán tomar más en serio la higiene de la cama, sábanas y cobijas:
Un hombre de tamaño promedio, llega a liberar hasta 100 litros de sudor en la cama al año.
En los cojines pueden haber de 4 a 17 especies distintas de hongos.
El virus de la influenza puede sobrevivir en telas y tejidos entre 8 y 12 horas.