El recalentado se ha convertido en una tradición muy mexicana. Desde que se está preparando la cena de Navidad, ya conocemos el menú que degustaremos al día siguiente, eso sí, con un mejor sabor.
Los platillos más típicos para estas fechas van desde el tradicional pavo, hasta platillos mexicanos como pozole o romeritos. Sin embargo, sea cual sea la receta, es importante almacenarla bien porque de lo contrario el recalentado podría resultar peligroso para nuestra salud.
Recalentado, ¿peligroso?
Es importante recordar que, para su buena conservación, todos los alimentos deben de almacenarse a una temperatura adecuada, lo más recomendable es por debajo de los 4°C. Dejar la comida a la intemperie por un periodo largo de tiempo propicia el crecimiento de bacterias dañinas.
Otro factor de riesgo es el enfriamiento lento, pues al tener grandes porciones de comida o platillos muy densos, enfriarse de forma lenta y no uniforme, permite que las bacterias se desarrollen en las áreas donde la comida sigue templada.
De la misma manera, al momento de volver a calentar, especialmente en el microondas, se llegan a producir zonas de calor desigual, impidiendo así que se mate a todas las bacterias.
Al preparar el recalentado, combinar alimentos crudos con cocidos, también puede generar una contaminación cruzada, es decir, que los alimentos cocidos se contaminen con virus o bacterias presentes en los alimentos ricos.
Para evitar todo lo anterior, es preciso ser atentos con la higiene, enfriar la comida rápidamente, almacenarla de manera adecuada y recalentar todo de manera uniforme y a una buena temperatura. Además, por supuesto, de terminarse el recalentado en poco tiempo.
Alimentos que debes evitar
De acuerdo a los factores anteriormente mencionados, como la temperatura, existen ciertos alimentos que es mejor no incluir en el recalentado, como las ensaladas de hojas verdes, pues llegan a perder sus texturas y nutrientes al calentarse.
Los alimentos con cremas y mayonesas también pueden ser peligrosos si no se almacenan a la temperatura adecuada, así que si pasaron la noche fuera del refrigerador, es mejor excluirlos del recalentado.
Es bien sabido que los mariscos se descomponen de manera muy rápida, por lo que es mejor terminar en la cena los platillos que los contengan.