La diabetes es una enfermedad que tiene muchos efectos colaterales, uno de ellos se refleja en el estado de la piel.
Según explica la dermoesteta y cosmiatra, Julia García, los niveles altos de azúcar generan una mayor propensión a problemas en la piel, por lo que además de mantenerlos en un nivel estable para una mejor calidad de vida, la experta comparte otras recomendaciones para tener un cuidado preventivo con la piel.
“Cuando se presenta un cuadro diabético hay que evitar bañarse con agua muy caliente porque eso provoca que la piel se seque más, contrario a lo que se busca: tener una piel más hidratada.
“Hay muchas cremas en el mercado que son especiales para diabéticos porque contienen urea que aporta hidroretenedores, por lo que no van a permitir que se evapore el agua de la piel”, explicó la dermoesteta.
También destacó que hay que poner atención y evitar las infecciones por hongos, ya que generan comezón, lo que conlleva una piel irritada y reseca.
“La resequedad en exceso no permite una buena circulación sanguínea, lo que provoca que las células no tengan un adecuado funcionamiento.
“Las cortadas o cualquier lesión en pies, codos, rodillas hay que curarlas de inmediato cuando se presenta un cuadro diabético y siempre revisar la piel para evitar la presencia de llagas”, agregó.
Julia García hizo énfasis en la importancia de la limpieza y recomendó que para ello se use un gel dermolimpiador, ya que los jabones sólidos pueden dejar rastros que resequen más la piel.
“Se pueden usar algunos productos para bebé porque son para piel extremadamente seca, pero también hay elementos naturales que ayuda a hidratar muchísimo como el aceite de coco, que además es libre de químicos y es económico. Mientras no exista alguna cortada de cuidado médico o infección, se puede usar esta alternativa”, finalizó la especialista.