Europa. Parece ser que la medida que están tomando muchos gobiernos de hacer obligatoria la aplicación de la vacuna contra COVID ha provocado que miles de personas muestren su inconformidad.
Ante ello, las protestas se han extendido en varios países, donde el uso de la fuerza de la Policía ha ido en aumento.
La policía usó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar una protesta el domingo en Bruselas en contra de las vacunas contra el coronavirus y las medidas aplicadas para tratar de frenar la propagación de la pandemia.
Miles de personas acudieron a la protesta, algunas provenientes de Francia, Alemania y otros países. Los manifestantes coreaban “¡Libertad! ¡Libertad!” mientras marchaban. También hubo protestas en Barcelona, España.
Las marchas sucedieron a las ocurridas el sábado en diversas capitales europeas y que también atrajeron a miles de simpatizantes.
En Bruselas, la policía antimotines repetidamente embistió a los manifestantes, que ignoraron los llamados a dispersarse. Los agentes dispararon potentes chorros de agua y una nube de gas lacrimógeno cubría la capital belga.
Uno de los líderes de la protesta usó un megáfono para gritar “¡Adelante, gente! ¡No dejen que les quiten sus derechos!”, mientras los policías encaraban a los manifestantes que les lanzaban proyectiles e insultos.
Algunos manifestantes hostigaron a un equipo de periodistas de video que cubrían la marcha para la Associated Press, empujando y amenazando a los periodistas y dañando sus equipos. Un manifestante le dio una patada a un periodista y otro intentó darle un puñetazo.
En Nueva Zelanda, cancelan eventos por contagios de COVID
La primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern postergó su boda tras anunciar nuevas restricciones por COVID-19 el domingo, debido a la detección de nueve casos de la variante ómicron en una misma familia que había viajado a Auckland para un matrimonio.
Las nuevas restricciones, vigentes a partir del lunes, incluyen la obligación de vestir la mascarilla y la imposición de límites a las congregaciones sociales.
Ardern enfatizó que no se trata de un confinamiento colectivo, señalando que los negocios pueden abrir y la gente puede viajar por el país y visitar familiares y amigos.
Nuestro plan para gestionar los casos de ómicron en la primera fase es el mismo que con delta, donde haremos pruebas diagnósticas, rastrearemos contactos y aislaremos casos y contactos con rapidez para frenar la expansión”, dijo la mandataria a la prensa en Wellington.
…Y en China aplican nuevas medidas y contienen el virus
Paradójicamente, la contundente estrategia de “tolerancia cero” que China ha empleado para mantener bajo el número de casos de COVID-19 y proteger a su economía puede hacer más difícil que el país salga de la pandemia.
La mayoría de los expertos dicen que el coronavirus no va a desaparecer en todo el mundo y que al final podría convertirse, como la gripe, en una amenaza persistente pero generalmente manejable si suficientes personas se vuelven inmunes a través de infecciones y vacunas.
En países como Gran Bretaña y Estados Unidos, que han tenido restricciones comparativamente leves contra la oleada de la variante ómicron, hay un rayo de esperanza de que el proceso pueda estar en marcha.
Los casos se dispararon en las últimas semanas, pero desde entonces han disminuido en Gran Bretaña y pueden haberse estabilizado en Estados Unidos, tal vez porque la variante extremadamente contagiosa se está quedando sin gente para infectar. Algunos lugares ya están hablando de aliviar las medidas preventivas de COVID-19.
Por el contrario, China no está experimentando la misma dinámica y una prueba de fuego le vendrá en dos semanas más, cuando la nación estará en el centro de atención internacional cuando comiencen los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
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