Nueva York, Estados Unidos.- Aprovecharon sus puestos de enfermeras para hacer creer al sistema de salud pública que habían vacunado a decenas de estadounidenses, a quienes cobraron para falsificarles sus tarjeas de vacunación COVID-19.
Las acusadas presuntamente se habrían embolsado hasta 1.5 millones de dólares con tarjetas falsas de vacunación COVID-19. Ellas son Julie DeVuono, propietaria de Wild Child Pediatric Healthcare en Amityville, y su empleada, Marissa Urraro.
El viernes les presentaron los cargos de falsificación, pero el abogado Michael Alber, que defiende a Urraro, pidió a la gente a no juzgarla porque su cliente era muy respetada.
“Esperamos que una acusación no eclipse el buen trabajo que la señorita Urraro ha hecho por niños y adultos en el campo de la medicina”, indicó.
COVID en EU: incautan 900 mil dólares y registran 1.5 millones de dólares
Según el fiscal de distrito del condado Suffolk, Raymond Tierney, las enfermeras DeVuono y Urraro entregaron tarjetas de vacunación falsas por las que cobraban 220 dólares a los adultos y 85 para los niños.
DeVuono presuntamente era practicante de enfermería y Urraro tiene licencia de enfermera, ambas ingresaron información falsa al sistema de inmunización del estado.
Uno de los casos que compraron es el de un detective que presuntamente habían vacunado, pero no lo hicieron.
Sobre las ganancias que recibieron, los oficiales incautaron unos 900 mil dólares en efectivo y un libro de contabilidad que mostraba ganancias de 1.5 millones de dólares, provenientes aparentemente de la falsificación de certificados, que comenzaron a realizar desde noviembre de 2021.
“Espero que esto envíe un mensaje a otros que están considerando jugar con el sistema de que serán atrapados y que haremos cumplir la ley”, señaló Tierney en un comunicado.
(Con información de AP)
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CAZ