Guanajuato, Guanajuato.- En la edición 42 del FIC el ensamble Next Mushroom Promotion fue el encargado de promover la música contemporánea de cámara más representativa de Japón y de otros destacados compositores de vanguardia.
La agrupación fue fundada por Tomoko Fukui y Nozomi Ueda en 2001 con el objetivo de difundir las obras camerísticas modernas, particularmente del Sol Naciente, fuera de Tokio y en diversas ciudades del área de Kansai como Kioto, Osaka y Hyogo.
El nombre del grupo es un homenaje al estadounidense John Cage, que además de ser una importante figura de la música del Siglo XX y filósofo musical fue un experto en hongos (Mushroom). Además, resalta su misión de promoción artística (Promotion).
En el templo de La Compañía como escenario, Mushroom presentó un programa integrado por composiciones de los japoneses Toshio Hosokawa, Takashi Tokunaga, Osamu Kawakami y de Tomoko Fukui, fundadora del ensamble y quien asistió al concierto, así como del estadounidense Conlon Nancarrow y del mexicano Julio Estrada.
El concierto comenzó con la interpretación de “EDI, para clarinete”, de Toshio Hosokawa (1955), un destacado pianista y compositor japonés que ha ganado varios premios, como el Primer lugar en el Concurso del 100 Aniversario de la Orquesta Filarmónica de Berlín, y que ha colaborado con John Cage.
Su música se distingue por combinar el modernismo de Occidente con la cultura tradicional japonesa. “Es caligrafía con notas en espacio y tiempo, notas que vienen del mundo del silencio y que regresan allí mismo”, explicó en una entrevista en los 90’s.
En “EDI” Hosokawa explora las cualidades tímbricas del instrumento con notas suspendidas, grandes saltos de intervalo, glissandi y trinos que evocan un canto lleno de dolor. La clarinetista Nozomi Ueda, también fundadora del Mushroom, ejecutó esta pieza con suma precisión y sonido limpio, respetando todas las dinámicas de la partitura.
El recital dio un giro con “Sonatina para piano”, de Conlon Nancarrow (1912-1997), músico nacido en Estados Unidos que se refugió en México tras ser perseguido por las autoridades de su País por sus “asociaciones comunistas” al unirse a una organización que luchaba contra el general Franco.
Durante la interpretación de esta pieza compuesta en 1941, el público fue testigo de la compleja escritura rítmica que demanda de una rápida pulsación, sobre todo en el “Presto” y en el “Allegro molto”. Sin embargo, la pianista Saori Ohya eligió un tempo más lento para destacar las distintas líneas melódicas.
Tras este breve paréntesis, Mushroom retomó la música nipona en “Vertical time study, para clarinete, violonchelo y piano”, de Hosokawa, y en “Schlaglicht, para violín y piano”, de Tomoko Fukui (1973).
En la primera obra, compuesta en 1992 y dividida en tres movimientos, los colores de los tres instrumentos son explorados con brillantes crescendos, extendidas dinámicas y efectos sonoros producidos por trémolos y glissandi.
La obra recrea un ambiente de aparente calma con notas tenidas y largos silencios, pero que se vuelve caótico con los repentinos ataques y giros rítmicos.
Homenaje a México
En la segunda parte del concierto se guardó espacio para los compositores de Japón como Takashi Tokunaga (1973), de quien se tocó “How to embroider by shading, para violín y violonchelo”. Para esta pieza, se contó con la participación del violonchelista Yasu Ohnishi.
Next Mushroom Promotion hizo un homenaje a México en su visita al Cervantino al incluir “Yuunohui’tlapoa’ome, para viola”, de Julio Estrada (1943), reconocido creador, intérprete e investigador mexicano.
Para cerrar con broche de oro, Next Mushroom Promotion ejecutó “Stunden-Blumen, para clarinete, violín, piano y violonchelo”, de Toshio Hosokaw, y “Rana-ranunculus, para violín, clarinete, viola y piano”, de Osamu Kawakami (1979).