El tenor mexicano Javier Camarena inició su gira ‘Tiempo de Cantar’ en el Teatro del Bicentenario Roberto Plascencia Saldaña del Forum Cultural Guanajuato. Cautivó al público guanajuatense con piezas significativas para él como las arias de ópera y zarzuela más célebres de su repertorio, así como canciones populares de José Alfredo Jiménez.
La lluvia no impidió que el Teatro del Bicentenario llenara el aforo permitido. El regreso a los escenarios, después de la pandemia, del tenor más importante del momento era muy esperado; eso quedó claro desde el principio con un sold out a tan solo dos días de salir a la venta los boletos del concierto.
Javier Camarena, galardonado como “Cantante masculino del año” por los International Opera Awards, regresó a su “segunda casa” con un emotivo concierto lleno de sorpresas y emociones.
El tenor saltó al escenario acompañado de su amigo, e inseparable pianista Ángel Rodríguez, con el que está celebrando diez años de colaboración. Con varios minutos de aplausos el público recibió a la dupla.

Como primer número interpretó el aria L”amour! L”amour! & Ah! Lève- Toi Soleil& de la ópera Romeo y Julieta. Desde ésta y las subsecuentes, no hubo pieza que no fuera celebrada de pie por algunos o todos los asistentes.
Antes del intermedio, el veracruzano cantó una de las piezas más esperadas, Ah! Mes amis, quel jour de fête!… de la ópera La hija del regimiento de Gaetano Donnizetti; y es que con esta aria logró la hazaña sin precedentes de ser bisado en cada una de las siete funciones en las que intervino, una de ellas transmitida en vivo en el Met Live HD en 2019. Como era de esperarse, el público del Bicentenario aplaudió de pie tras la vibrante interpretación del maestro.
Después del intermedio, Camarena regresó al escenario para protagonizar uno de los momentos más emotivos de la velada. Dedicó a su madre, quien se encontraba entre el público, una de sus canciones favoritas: Mis noches sin ti de María Teresa Márquez. Recordó su infancia en Veracruz escuchando música mexicana con ella:
“Un disco que escuchaba mucho mi mamá, y una de las canciones que creo que más le gustaban es ésta, se llama Mis noches sin ti. Entonces, no sé dónde está mi mamá, pero sé que está aquí” comentó el tenor mientras enviaba un beso a su mamá que se había puesto de pie.
Para cerrar con broche de oro, Javier Camarena interpretó un popurrí de José Alfredo Jiménez con las canciones Paloma querida, Un mundo raro y Si nos dejan. No obstante, los guanajuatenses sentían que les faltaba una canción imprescindible, por lo que solicitaron con copiosos aplausos la presencia del tenor nuevamente en el escenario.
Pero el multipremiado tenor cantó Malagueña Salerosa del llamado “Rey del falsete”, Miguel Aceves Mejía. Gracias a su riqueza vocal, Camarena ejecutó los falsetes de forma tan magistral que hizo vibrar cada rincón del teatro y que, seguramente, habrían hecho sentir muy halagado a Aceves Mejía. Como no podría ser de otra manera, el público rompió en ovaciones.
Sin embargo, entre los asistentes se percibía esa sensación de que faltaba un tema, de tal suerte que el encore se hizo inminente. Para complacer a su público, el tenor y el pianista salieron nuevamente al escenario y esta vez cumplieron el tácito deseo.
Con las primeras notas de Caminos de Guanajuato, los aplausos y gritos charros no se hicieron esperar. El himno guanajuatense por excelencia fue el culmen de emociones; hubo quienes no pudieron evitar entonar la estrofa “Bonito León, Guanajuato&” y otros más derramaron lágrimas conmovidos. Fue así que, satisfechos, los guanajuatenses agradecieron con varios minutos de aplausos de pie a Javier Camarena.

Recibe Javier Camarena reconocimientos por su trayectoria
El director del Forum Cultural Guanajuato, Ramón Lemus, y el secretario de Educación de Guanajuato, Jorge Enrique Hernández Meza, en representación del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, entregaron al tenor un reconocimiento por su trayectoria y por ser “un orgullo para México”.
Asimismo, Luis Felipe Guerrero Agripino, rector de la Universidad de Guanajuato, alma máter de Javier Camarena, le entregó un reconocimiento como egresado distinguido. En ese sentido, el tenor recordó con cariño sus tiempos de estudiante en Guanajuato donde se tituló con honores por vía meritoria al haber debutado en el Palacio de Bellas Artes, precisamente, con La hija del regimiento.
“Es un honor, una bendición para mí estar aquí hoy, delante de todos ustedes. Disfrutando con ustedes de toda esta música maravillosa. Gracias por estar aquí, gracias al maestro Ángel por diez años de colaboración internacional […] Es un sueño hecho realidad, tenía muchas ganas de cantar en el Bicentenario, por fin se me hizo y estoy feliz.”

En entrevista con Periódico AM, su mamá, la señora Yolanda Pozos Córdoba, se dijo muy emocionada ante el recibimiento tan cálido hacia su hijo:
“Es una emoción muy grande, no hay palabras con qué describir esta emoción que yo siento de verlo otra vez aquí en su México querido. Para mí es mucho orgullo escucharlo […] No esperaba este recibimiento, pues no es su tierra natal y siento mucho agradecimiento por este recibimiento que le dieron a mi hijo”.
Asimismo, con un nudo en la garganta, refirió que la dedicatoria de su hijo fue muy emotiva y especial para ella:
“Me hizo recordar cuando mi hijo era adolescente y que escuchaba las canciones que me gustaban, sin imaginar que él iba a tenerlo presente. Escucharla de su voz (la canción), imagínate, fue algo muy emocionante”.
Y es que Javier Camarena, en el pináculo de su carrera, es uno de los cantantes más reconocidos y admirados, incluso por las nuevas generaciones. Tan es así, que Diego Pérez, un pequeño de tan solo 10 años de edad acudió acompañado de su padre, Humberto Pérez, desde la Ciudad de México tan solo para ver a su ídolo. A decir del ,quizá, fan más joven de Camarena, el tenor es “un gran cantante” que le ha motivado un acercamiento a la ópera, misma que el niño calificó como “música diferente y muy hermosa”.
Al final, el tenor regaló al público cubrebocas, como fiel recordatorio de que es un artista de su tiempo; que si bien es tiempo de Pandemia, también es “Tiempo de Cantar”.