Repentina y abruptamente como llegan los grandes cambios de la vida, así inicia la obra de teatro Rebelión protagonizada y dirigida por Roberto Mosqueda que se presentó en el anfiteatro del Centro Cultural México Plaza de Puerta Bajío.

Esta obra unipersonal que mezcla teatro con danza, es una radiografía de las pasiones humanas: dolor, rabia, indignación, miedo, odio y también amor. Relata, mediante la historia de dos hombres Badi y Sin nombre, la realidad de una sociedad dominada por “el régimen” y azotada por el “virus de la sombra marrón” y la desaparición de mujeres ¿Te suena familiar?

Un grupo de disidentes decide levantarse para liberarse del cruel gobierno y exigir los Derechos Humanos, el libre acceso a las vacunas contra la sombra marrón y protestar por la desaparición de mujeres; pero su líder, Badi, es asesinado. 

Al inicio y fin de la obra, una frase resonó en las paredes del auditorio y en las mentes de los presentes:

“Si lo hacemos (la rebelión) será por quienes vienen después& Es tiempo de preguntarnos qué es lo que hacemos aquí, cuántos de ustedes saben realmente de dónde venían sus ideas”.

Si bien era claro que se trataba de un guion, en ocasiones los diálogos eran tan vigentes que parecía tratarse de una arenga que no nacía solo de la boca de Roberto, sino también de la profundidad de su mirada.

A lo largo de la historia eran fácilmente identificables sucesos actuales como la discriminación y hasta criminalización por orientación sexual, los grupos de choque en las manifestaciones pacíficas para desacreditar movimientos, las enfermedades como negocio farmacéutico y la desencibilización social y violencia entre humanos hasta combertirlos en “bestias en proceso”. 

El montaje es simple: un juego de luces y algunos botes de plástico, fueron los únicos elementos que acompañaron la fuerza escénica de Roberto Mosqueda quien transita entre uno y otro personaje de manera camaleónica con tan solo un cambio de postura, pero sobre todo, con las tonalidades de su voz.

Más que tratarse de rebeliones sociales, la puesta en escena apela a provocar cuestionamientos que deriven en rebeliones internas, una rebelión de conciencias:

Las bestias más horrendas eran mis monstruos internos… El nodo (fuerza destructiva) habita en todas las personas, se alimenta de la maldad humana; la compasión y la virtud es el antídoto del nodo ¿Puede la rebelión ser posible? Si afrontamos el nodo que hay en cada uno de nosotros, entonces la rebelión será silenciosa y expansiva”, concluye el mensaje.

La obra Rebelión, producida por Paola Arenas y musicalizada por Eduardo Esquivel, regresará a León en agosto luego de una gira por Guerrero, Ciudad de México e Irapuato.

El proyecto es apoyado por el Programa Creadores Escénicos del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (Fonca) de la Secretaría de Cultura Federal

 

Una obra sobre el ego humano que ha ido madurando

 

En entrevista el creador de la obra, Roberto Mosqueda, relató que este proyecto es el resultado de un conjunto de charlas de un grupo de hombres que documentó antes de la pandemia donde reflexionaban sobre temas de masculinidades y machismo.

Lo que comenzó así se fue aderezando durante el confinamiento con reflexiones personales del autor y su evolución artística; así como con la coyuntura del país. En todo su conjunto de introspecciones, resaltó una que hace girar la historia: el ego humano.

“Esa reflexión, en lugar de ser contra el machismo, empieza a ser una reflexión más profunda que tiene que ver con una cuestión humana: el ego humano. Entonces es así que pasó de ser un proyecto sobre las masculinidades y el machismo, se convirtió en una metáfora sobre el ego humano que está presente en los sistemas hegemónicos como en las resistencias”, relató el artista leonés.

Asimismo, señaló que la pandemia por Covid-19 es un recurso que también tomó para el discurso de la obra y que se ve reflejado en el virus de la sombra marrón; además de la observación de los comportamientos humanos que surgieron en torno a ella.

“Si me están diciendo que me ponga el cubrebocas en espacios cerrados por qué no lo hago y voy a fiestas atascadas de gente en un momento en el que ni siquiera había vacunas. No lo juzgo, solo me preguntaba porqué”, narró.

Sobre el proceso creativo informó que la obra, su montaje y su ejecución ha ido evolucionando con el tiempo, pues en cada una de sus presentaciones analiza cada detalle para irlos perfeccionando a la par de que va incorporando nuevas reflexiones que le surgen al pasar de los días y los hechos.

Finalmente, conminó a las personas a que apoyen y se interesen por el teatro independiente

“Yo creo que León es una ciudad que tiene propuestas muy interesantes y gente muy talentosa pero muchas veces la gente no acude no porque no les guste, sino porque no las conocen; entonces los invito a probar cosas diferentes, puede que no te gusta o puede que sí y si te gusta, ¡ya la armaste! porque ver teatro es verte en un espejo”.

 

Roberto Mosqueda
Roberto Mosqueda | FB

“El ego es un mecanismo de defensa que nos salva, pero si lo dejamos, puede convertirse en un monstruo que nos domine a nosotros y que domine el sistema”.

 

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