León, Guanajuato.- Como cada año el Archivo Histórico Municipal de León montó su tradicional altar de Dolores con el fin de prevalecer y custodiar las manifestaciones culturales y tradiciones para que cada vez lleguen a más leoneses.

Mario Vázquez Cantú, director del Archivo Histórico Municipal, destacó que una de las características de la nación mexicana y de la sociedad leonesa es su religiosidad y que el Archivo Histórico cumpliendo con su misión de custodiar, enriquecer, difundir y dar testimonio histórico de lo que es el municipio realizó su tradicional altar a la Virgen Dolorosa.

Agregó que en el altar, que se trata de una tradición que viene del siglo XVII y que antecede a las celebraciones de Semana Santa, se evocan los sufrimientos de María.

“El altar consta de siete escalones que representan los siete dolores de María que son: la huida a Egipto, la pérdida del Niño Jesús por tres días en Jerusalén, El camino del Calvario, La Crucifixión, la muerte de Jesús, cuando lo bajan de la Cruz y lo colocan en sus brazos y por último la inmensa soledad que experimentó al dejar a su hijo en el Santo Sepulcro”.  

Señaló que en el centro del altar debe sobresalir entre las cortinas blancas y moradas la imagen de la Virgen de los Dolores.

“Se debe acompañar de una imagen pequeña de San José, sobre los escalones y en el piso se colocan naranjas con banderitas de papel dorado encajadas, recipientes con germinados, papel de china picado en colores blanco que simboliza la pureza de María, el morado la penitencia, el verde la esperanza, el rojo los martires y el amarillo la traición de Judas Iscariote”.

Agregó que debe llevar esferas de vidrio con agua amarilla, morada y verde colocadas de mayor a menor para formar torres; velas y veladoras y sobre el piso un monograma con motivos marianos. 

La fruta es un elemento importante, se pueden ver plátanos y naranjas que representan lo agrio de la pena y el dolor.

“Entre los elementos que integran el altar cobran gran relevancia las flores, las blancas pretenden mitigar el dolor de la virgen, hay azucenas consideradas las flores marianas por excelencia, nubes, alelíes, nardos, gladiolas, alcatraces y mostaza silvestre, cuyas flores amarillas acentúan la tristeza, también hay trigo y hierbas aromáticas como manzanilla, romero albahaca, artemisa y trébol, todos estos elementos integran nuestro altar”.   

 

Origen del altar de Dolores

 

Pedro Daniel Rebeles Reyes, coordinador de eventos y exposiciones del Archivo Histórico Municipal de León, comentó que el altar del Archivo Histórico Municipal tiene más de 20 años montandose.

“Es una devoción que surge en la edad media por parte de la congregación de los Servitas en Italia y se extendió hasta nuestro continente con la llegada de los evangelizadores españoles. Se tiene el dato, según el INAH, que en San Juan de Ulúa el padre De Olmo fue el primero que montó un altar a la virgen de los Dolores, una devoción que para el siglo XVII la Congregación de la Compañía de Jesús promovió en el Bajío”.

Añadió que para el Siglo XVIII con la fundación de diferentes colegios, entre ellos el de Nuestra Señora de los Dolores en León, Guanajuato se incrementó el culto a la festividad de la Dolorosa, que es el sexto viernes de cuaresma, y son ellos los que promueven la solemnidad del montaje de los altares en donde se encuentran elementos que hacen referencia a la pena, la angustia y el dolor de la virgen a quien de acuerdo como lo decía Lucas en las escrituras Simeón el profeta le advierte a la virgen que su alma será atravesado por una daga.

“Este altar es una dualidad porque por un lado está la muerte de Jesuscristo, la pena y por otro lado la resurrección y la alegría de la nueva vida que él promete, cuenta con flores moradas, blancas, amarillas, rojas y rosas que simbolizan a la virgen María”.

El agua hace referencia a las lágrimas que va a derramar la virgen, “de ahí viene la frase ¿ya lloró la virgen? que la gente dice cuando acuden a visitar un altar en donde se les obsequia agua de temporada como el agua de ensalada o agua de obispo, de jamaica o de alfalfa en el Bajío o las tradicionales nieves de garrafa o paletas de hielo como elementos folclóricos”.

Señaló que en el montaje del altar, que solo estuvo por un día,  participó casi todo el personal del Archivo, entre 20 y 25 personas, quienes trabajaron cerca de tres días en terminarlo.

“El año pasado el altar se realizó a puerta cerrada y hoy estamos muy contentos de reabrir nuestras puertas y esperar a los leoneses que acuden a visitarlo”.

 

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