En sus inicios, principalmente en la Edad Media, el arte y la religión estaban íntimamente ligados; se podría decir, que el primero al servicio de la segunda. Así que no es de extrañar que haya numerosas representaciones de pasajes bíblicos como La Pasión de Cristo.

Se le considera así a las últimas horas de vida de Jesús, pues la palabra “pasión” deriva del latín pati, que significa “sufrir”.  Este episodio está presente en los evangelios y en algunos pasajes del Antiguo Testamento que refiere que el hijo de Dios sería asesinado al ser enviado a la tierra.

La Pasión de Cristo ha sido el tema de decenas de obras de arte, en especial de artistas de occidente; incluso, el Museo Nacional del Prado en España, tiene una colección sobre esta temática . Te dejamos las obras de arte más representativas de La Pasión y muerte de Jesucristo.

 

La última cena

 

La Última Cena de Leonardo da Vinci
La Última Cena de Leonardo da Vinci | Flickr

La última cena sucede cuando Jesús se reúne a la mesa con los 12 apóstoles, les lava los pies y comparte con ellos el pan y el vino. Ahí, él les comunica que uno de ellos lo traicionaría.

Este pasaje fue retomado por Leonardo da Vinci en 1495, luego apropiado por diversos artistas como Bartolomé Carducho, el renacentista Giampetrino y una copia atribuída a Marco d”Oggiono.  

 

La oración del huerto de los olivos

FOTO 2: La oración del huerto, de Luis de Morales / MuFOTO 2: La oración del huerto, de Luis de Morales / Museo del Pradoseo del Prado
La oración del huerto, de Luis de Morales / Museo del Prado

Consciente de su inminente destino, Jesús se va a orar al huerto de los olivos en compañía de los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, pero estos se quedan dormidos. Jesús le pide a su padre que, si es su voluntad, lo libere del sufrimiento que le espera. 

La mayoría de los artistas representan esta escena con un ángel que, según algunos evangelios, acude para darle fuerza.

 

El prendimiento de Jesús

El Prendimiento de Cristo de Anton Van Dyck / Museo del Prado
El Prendimiento de Cristo de Anton Van Dyck / Museo del Prado

En el huerto de los olivos las huestes romanas acuden a aprehender a Jesús mientras éste está orando. En la versión de Van Dyck se pueden apreciar dos sucesos más: Pedro le corta una oreja a Malco, el sirviente del Sumo Sacerdote; y, también representa “el beso de Judas” que le da a Jesús pese a su traición.

 

El juicio de Jesús

Cristo ante Pilato, de Tintoretto | Museo del Prado
Cristo ante Pilato, de Tintoretto | Museo del Prado

Jesús es llevado ante Poncio Pilato quien no encuentra motivos suficientes para condenarlo; pero ante la insistencia de los fariseos, se lava las manos y se los entrega, aun las súplicas de su esposa Claudia.

 

La coronación de espinas

 Ecce Homo, de Tizziano / Flickr
Ecce Homo, de Tizziano / Flickr

Según el evangelio de Juan, Pilato mandó a sus soldados a que flagelaran a Jesús; aunque hay discrepancias sobre si fue antes o después de la condena, lo que está claro es que los soldados, además de azotarlo, le pusieron una túnica morada (en ocasiones aparece blanca) y una corona de espinas para burlarse de la naturaleza divina que le era proclamada por algunos.

En unas obras aparece Jesús coronado de espinas cuando Pilato lo presenta ante la muchedumbre y dice “Ecce homo“, que significa “aquí tienen al hombre”. En estas pinturas suele incluirse a Poncio Pilato, soldados, fariseos y autoridades judías. Tal es el caso del Ecce Homo de Tizziano mostrado arriba.

 

Camino hacia el calvario

 Cristo camino del Calvario, de El Greco /  Museo del Prado
Cristo camino del Calvario, de El Greco /  Museo del Prado

Cuando Jesús es condenado a morir en la cruz, emprende el camino hacia el Gólgota con el madero a cuestas. En el camino es azotado y vejado por lo que cae tres veces; por ello también se le conoce a este pasaje como “las tres caídas”. 

Muchas han sido las representaciones de este pasaje, pero una de las primeras y más famosas es la de El Greco, presentada anteriormente. 

 

Jesús en la cruz

La crucifixión, de El Greco / Museo del Prado
La crucifixión, de El Greco / Museo del Prado

Éste es el momento culmen de la Pasión de Cristo. Es el momento donde es clavado en la cruz desde donde pronunció las “siete palabras” que comienzan con “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” y termina diciendo “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, antes de morir.

Algunos autores representan este episodio con Jesucristo ya muerto, mientras que otros lo hacen en sus últimos momentos de agonía. Las claves para saber si es uno u otro caso, es que si se encuentra la herida de su costado y Jesucristo aparece solo, es que ya ha muerto; mientras que si aparecen con él otros personajes como su madre María, Juan y María Magdalena, significa que se representa aún con vida.

 

Jesús yace en los brazos de su madre María

La piedad, de Miguel Ángel / Flickr
La piedad, de Miguel Ángel / Flickr

Luego de expirar, el cuerpo de Jesús es bajado de la cruz para llevarlo al sepulcro. Su madre María es quien recibe el cuerpo de su hijo. Este pasaje ha dado lugar a numerosas representaciones en pintura, pero la escultura de Miguel Ángel es, quizá, la más famosa.

Esta pieza escultórica fue realizada entre 1498 y 1499 por Miguel Ángel Buonarroti; actualmente se encuentra en la Ciudad del Vaticano.

 

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