Gustavo Dudamel y la Filarmónica de los Ángeles causaron furor en el Cervantino incluso antes de presentarse. Y es que los boletos se agotaron rápidamente, pues nadie quería perderse este concierto.
A pesar de no tener entradas, Silvia Ortiz y Luis Castellanos tomaron un avión desde Quintana Roo a las 3:00 de la mañana, decididos a cumplir su sueño: Ver a Dudamel en vivo.
Fue así que Silvia y Luis se quedaron por horas parados afuera del Teatro Juárez mostrando en su teléfono una imagen que decía “Compro boleto”. A medida que el tiempo pasaba los chicos se ponían más nerviosos pero no perdían la esperanza ni los ánimos y entonces, escasos minutos antes de que el concierto iniciara ocurrió el milagro: una mujer bondadosa les obsequió el par de boletos.
Silvia y Luis no podían mostrarse más felices a la entrada del teatro. “Soy fan de Dudamel y lo vengo siguiendo desde hace años, desde que era muy joven, en Venezuela. Vengo desde Cancún y por fin encontré boleto. Esta es una buena historia de amor”, dijo emocionada Silvia, quien además comentó que había traído ropa especial para ir muy elegante al concierto y ya no había tenido tiempo de cambiarse, pero era lo que menos le importaba.