En México un 70.1% de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos una situación de violencia a lo largo de la vida. Foto Especial

La cultura de la violencia a la mujer y las masculinidades hegemónicas han sido enseñadas y aprendidas por generaciones, este mal conocimiento tan arraigado en los mexicanos, se destacó en estudios y datos de la Encuesta Nacional sobre la dinámica de las relaciones en los hogares (ENDIREH) del 2021.

Tan solo en México un 70.1% de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida, desde psicológica con un 51.6% hasta violencia sexual con un 49.7%. Y durante la pandemia del 2020 y 2021 aumentaron en un 5.2% los conflictos de pareja.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Lorena Curiel Aguilera, psicóloga y docente de la licenciatura en Psicología en la Universidad De La Salle Bajío, explicó cómo se aprende desde la niñez esta violencia y cómo se puede prevenir.

Lorena Curiel Aguilera, psicóloga y docente de la licenciatura en Psicología en la Universidad De La Salle Bajío

“Cuando era niña, me enseñaron que a las mujeres no se les toca ni con el pétalo de una rosa y que “calladita me veía más bonita. Con estos antecedentes, en mi adolescencia fui construyendo roles y estereotipos de que “el hombre ideal” tenía que protegerme y cuidarme, regalarme flores para demostrar su amor y que debía ser alto y fornido. 

“A muchas otras mujeres se les enseñó que la función del hombre en la pareja, es la de proveer, tomar las decisiones importantes, tener el control de la relación, ejercer los castigos en la familia, los cuales incluyen violencia física y psicológica, entre muchos otros estereotipos de género”, dijo la también psicoterapeuta familiar.

Curiel Aguilera explicó que son estas perspectivas que, con el paso de los años, se ha perpetuado esta idea de manera consciente e inconsciente de que la mujer es frágil y que necesita a un hombre para “ser feliz”. 

Mientras que al hombre se le ha enseñado que debe mostrar su valía a través de su fuerza, que puede expresar su enojo sin una adecuada autorregulación, pero no su tristeza, que tiene que esforzarse para lograr todas sus metas, y en muchos casos, que tiene poder, que su sexo lo hace superior a las mujeres.

“Con todos estos constructos que se aprenden desde una edad temprana acerca de cómo comportarse y relacionarse consigo mismos, con los demás y en el mundo, a partir de su sexo, se van reafirmando los roles y estereotipos de género, dando como resultado una masculinidad violenta y machista”. 

Entonces surge la pregunta si es posible crear culturas no violentas contra la mujer.

“La violencia se aprende, se enseña, se fomenta a través de cualquier persona o grupo que por su género, clase o edad tienen poder”, comentó Lorena Curiel Aguilera, psicóloga y psicoterapeuta familiar. 

“Es necesario deconstruir la violencia en todas sus manifestaciones, a través del conocimiento, la crítica, el cuestionamiento, para lograr desaprender y reconstruir”.

Curiel Aguilera, también detalló que para poder erradicar la violencia hacia las mujeres y construir masculinidades positivas, se necesita generar espacios de reeducación, círculos para hombres, en los cuales se deje de buscar complicidad en sus violencias, y más bien los lleve a cuestionarse y reflexionar.

“Más que buscarle solución al problema, necesitamos prevenirlo. ¿Cómo?, desde el núcleo principal de nuestra sociedad, la familia. Necesitamos voltear a ver a las infancias y construir diferentes estilos de crianza basados en el respeto y la equidad.

“No solo los hombres necesitan deconstruir estas ideas machistas, también necesitamos hacerlo las mujeres, ambos desde nuestros roles: como padres y madres, profesionistas, en nuestros grupos de amigos, de compañeros, dejando de perpetuarlas y comenzando a cuestionarlas”. 

 

En México un 70.1% de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos una situación de violencia a lo largo de la vida. Foto Especial.

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