Sergio Avilés se tomó un tiempo para platicar con AM, horas antes de la presentación oficial de su más reciente novela “Joyas de la familia”, libro en el que mezcla acción, historia mundial, misterio y hasta un poco de su autobiografía.
“Joyas de la familia” narra la historia de una joya que después de recorrer un gran camino llega a Saltillo, procedente de la corona de Rumania. Los hechos son narrados por un hombre de 54 años, que comienza a tener un temor terrible por padecer Alzheimer, característica que da veracidad y caos al relato. La novela inicia con el protagonista amarrado a una silla, recién golpeado y torturado por gente que quiere poseer la joya. Las 332 páginas de la novela ocurren en el último instante de su vida.
¿De dónde nace esta historia que involucra tantos episodios históricos?
Parte de la historia real de la joya. Una amiga muy querida vino a verme y me dijo que tenía una joya increíble, que se la acababa de regalar la abuela de su marido y no creía que tuviera lugar en Saltillo, ya que ella no encontraba ocasión donde la pudiera usar. Quería saber un poco más de su historia, pero la dueña original no nos podía decir porque ya padecía un estado avanzado de Alzheimer. Con las herramientas de investigación que teníamos, que en esa época eran pocas realmente, comenzamos a investigar y descubrimos, no solo que era legítima, sino todos los lugares por los que había pasado.
¿Cuál fue el mayor reto al trabajar con tantos datos, contextos y personajes?
La novela cayó en una etapa de hibernación prolongada hasta que Guillermo Arriaga me dio el mejor consejo “termina lo que comienza”. (La novela) Me llevó por lugares que ni imaginaba, pensé que sólo me iba a llevar a la historia de Rumania, pero es imposible pensar en ella sin llegar a Drácula. De ahí también surgieron otros diamantes y otros personajes.
En este proyecto, ¿te consideras más escritor o historiador?
Nunca me he preocupado mucho por la manera de escribir, creo que te influyen los estilos de la gente que te gusta leer. Lo que sí me preocupaba mucho era lograr una veracidad histórica y extraer de las historias su verdadera esencia y jugo, que no fueran tan áridas ni difíciles de entender, sino que te pudieran mantener interesado y pendiente de lo que está sucediendo en la novela, aunque ya no hubiera mucha relación con la historia original.
¿Qué personaje de tu novela te gustaría ser?
El Conde Drácula (risas). Lo cierto es que tiene mucho de autobiográfico en el personaje de Rubén Pablo; el paso de la fotografía al motociclismo, tenemos la misma edad, etc.
¿Cómo recomendarías tu novela a alguien que apenas se está acercando a la lectura?
Le diría que se va a divertir con ella y casi casi puede empezar a leerla en cualquier capítulo y le va a encontrar interés. Son historias que aparentemente no tienen relación pero que forman un loop, un ciclo repetitivo. Con una página a la vez, vas encontrándole el sabor a la historia. Pero sobre todo, lean lo que quieran leer, la literatura nos enfrenta a mundos nuevos y nos sacude las ideas y nos vuelve más activos.