Los clásicos de la literatura reciben dicho título porque sin importar el tiempo que pase, la obra perdura y sigue reflejando la realidad de la condición humana.
Cuando hablamos de literatura en español, el clásico de clásicos es “Don Quijote de la Mancha”, y Lucía Noriega, encargada de la Biblioteca Cervantina Eulalio Ferrer, vino desde Guanajuato a nuestra ciudad para difundir desde un punto de vista novedoso la obra de Cervantes.
Fue en el Museo de Arte e Historia de Guanajuato donde la literata dio una conferencia titulada “Don Quijote de viaje por el mundo”, donde platicó a los asistentes cómo fue que el libro salió de su país de origen y logró llegar a prácticamente cualquier rincón del mundo.
Lucía Noriega inició el conversatorio comentando que en el mes de enero se conmemora la publicación de la primera parte de la novela y aunque no se ha podido rescatar el dato del día exacto de su aparición, los cervantistas han decidido acuñar el día 16.
La historia del libro del Quijote como objeto, inicia con sus primeros editor e impresor, Francisco Robles y Juan de la Cuesta, respectivamente. El tiraje de la primera impresión fue de entre mil 500 y 2 mil ejemplares que se agotaron rápidamente en España y a partir de ahí el libro comenzó a viajar por todo el mundo.
Se sabe que Inglaterra fue el segundo país con mayor fascinación por la obra de Cervantes y que el mismísimo Shakespeare tuvo acceso a ella, pues en su obra figura una pieza inspirada en las aventuras de Gardenio, personaje quijotesco.
Sobre el arribo de El Quijote a nuestro continente, Noriega explicó que las primeras en llegar fueron copias no certificadas y con muchas erratas. El primer país americano en distribuir una copia completa, aunque muy descuidada de la obra, fue México y el logro le perteneció al editor Mariano Arévalo en 1833.
10 años después, otro editor mexicano, Ignacio Cumplido, publicó una de las primeras versiones que es reconocida por los estudiosos de Cervantes como una edición pulcra.
La experta comentó también que “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, ha sido traducido a muchísimos idiomas. El primero fue el inglés y a partir de la versión anglosajona se lograron otras como la rusa o las traducciones a lenguas orientales. En el caso de México, existen traducciones a lenguas indígenas.
En entrevista con AM, Lucía Noriega recordó que uno de los principales objetivos del Museo Iconográfico del Quijote y de la Biblioteca Cervantina Eulalio Ferrer, es la divulgación de la cultura cervantina y acercar a todo tipo de público a la obra, con explicaciones accesibles como la que se realizó en el MAHG. Noriega invitó a todo el mundo a visitar la biblioteca y el Museo Iconográfico, además de animarlos a leer el Quijote.
“Hay muchas opciones, muchas ediciones. No tienen por qué obligarse a leer una edición comentada. Existen versiones juveniles, cómics, películas y todo ello es válido”, puntualizó.