José Guadalupe Posada fue un grabador, ilustrador y caricaturista mexicano, que sobresalió por sus dibujos folklóricos de crítica sociopolítica y por su representación de la Catrina. Nació en Aguascalientes en 1852 y vivió por muchos años en la ciudad de León.

Víctor Hugo Hermosillo Gómez, coordinador del Museo de las Identidades Leonesas (MIL) en entrevista con AM, nos explicó las facetas y el trabajo de este reconocido artista de talla internacional.

“Posada fue un grabador que tenía muchas facetas y que prácticamente trabajaba para muchos clientes, hacía desde etiquetas, volantes y dentro de este repertorio de trabajo que tenía en determinado momento se dedicó a realizar tableros de juego para un editor llamado Antonio Vanegas Arroyo que hizo en su estancia en la Ciudad de México entre 1888 y 1913”, dijo. 

“En estos tableros se encuentran impresos diferentes juegos, como el de la oca, la lotería y algunos otros juegos que ahora nos resultan atípicos o incomprensibles, pero que fueron muy conocidos en su época como el juego de los charros contrabandistas”.

En mayo del año pasado, el Museo MIL realizó una exposición con los tableros de juegos de José Guadalupe Posada, la cual terminó en octubre, y el 20 de enero del 2023 los tableros fueron solicitados por Alejandra Sánchez Gutiérrez, coordinadora de Proyectos Culturales Especiales del Museo Iconográfico del Quijote (MIQ) de Guanajuato Capital, para “La Manchita”, un espacio que atiende a público infantil para conmemorar el natalicio Posada. 

“Nosotros hicimos una exposición en donde queríamos poner el valor, la figura de grabador que al final de cuentas es un artista reconocido a nivel internacional y que vivió en la ciudad de León”.

Las piezas que se compartieron con el MIQ fueron el juego de la oca en gran formato, así como varios tableros. Entre los que más se jugaron se encuentran: Lotería y Charros contrabandistas.

Durante tres días, La Manchita recibió a los estudiantes de la Secundaria Sor Juana Inés de la Cruz, para poder jugar y conocer más del trabajo de Posada. El tablero ya se encuentra nuevamente el MIL.

“Esos juegos formaban parte de un arreglo bastante interesante y poco conocido con el Museo Iconográfico del Quijote. Desplegamos un gran formato para que la gente interviniera para jugar el juego de la oca. La exposición se pensó sobre todo para los niños”, explicó Hermosillo Gómez.

“Para identificar cómo es que en las infancias de antaño jugaban, cómo sus abuelos, sus bisabuelos solían jugar. La idea también era poder contrastar con las dinámicas y el juego que se tenía antes, con las de la actualidad que tienen soportes virtuales, electrónicos e incluso juegos en línea”.

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