La primera exposición individual de la doctora María Elena Bermejo fue presentada en la Galería del ISSSTE bajo el título “Diferentes Técnicas, un solo sentimiento”, invitada por la delegación estatal que encabeza el licenciado Guillermo Caballero, quien la acompañó durante la inauguración.
La colección particular de la pediatra y artista plástico se conformó por 26 piezas, entre las que destacó el paisaje, el retrato, la mujer, los valores y la naturaleza.
Son diferentes técnicas pero el sentimiento es uno solo, es el amor a lo que nos rodea, el amor a nuestra vida y amor a nuestros semejantes, porque a donde volteemos hay belleza”, detalló.
La originaria a Mexicali, Baja California, radica en Celaya desde 1986 y es en esta ciudad donde tuvo un acercamiento a las artes a través de la Casa del Diezmo y Casa de la Cultura, recintos donde ha participado en gran cantidad de exposiciones colectivas; y para esta primera muestra individual realizó una selección de varias obras significativas que ha realizado a lo largo de su trayectoria.
En ellas se pueden apreciar paisajes que retratan a Zapalpa, Xilitla, parte del Río Lerma en Acámbaro, por mencionar algunas.
Otra de sus obras, que destaca entre las más especiales de su colección es la titulada “Historia de un viaje”, que es una especie de autorretrato de su profesión y de su vida, desde su nacimiento en el rancho algodonero de Mexicali.
La vida la llevó a recorrer 3 mil kilómetros hacia Guadalajara para estudiar medicina y posteriormente a Celaya para realizar su internado. De ahí se fue a un lugar cerca de San Miguel de Allende para hacer su servicio social, después a Tijuana donde hizo su primer año de especialidad.
Posteriormente su carrera la dirigió a la Ciudad de México, para realizar dos especialidades, como pediatra y cirujano pediatra, en el Hospital 20 de Noviembre. Y finalmente tras el Terremoto de 1985, vuelve a Celaya para establecerse en la ciudad.
En esta “Historia de un viaje” donde se pueden ver paisajes y edificios representativos de cada lugar en donde radicó, María Elena se representa sobre una cuerda floja, en una analogía de la vida, “una cuerda floja donde tenemos que ir con equilibrio para no caernos”, explicó.
“Los colores de la vida” y “La mujer borrada” son otras de las creaciones que pudieron apreciar los visitantes del ISSSTE.
Finalmente, compartió que tanto la música como la pintura nos hace crecer espiritualmente, nos dan tranquilidad y nos identifican con las maravillas por las que estamos rodeados.
“Sería bueno que todo mundo fomentara en los niños la música y la pintura, porque son disciplinas muy hermosas”, concluyó.
MGL
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