En su regreso presencial a la Fenal, Alberto Chimal, narrador, profesor de escritura creativa y novelista, presentó su novela “La visitante” a través de la cual además de contar una historia fantástica asume una postura a favor de la lucha de las mujeres.
“La novela empieza como una historia de sustos, una historia fantástica, la premisa inicial era que una mujer muerta regresa del más allá para tratar de hacerse justicia. Esa fue la primera frase que dije a la editorial Planeta como propuesta y luego se fueron formando varias capas de la historia alrededor”, dijo.
Agregó que la historia se desarrolla en el México de principios de los años 70, después de la Masacre del Jueves de Corpus del 71, entre gente que vive las consecuencias de la represión de la guerra sucia y hace protesta mediante las artes y el teatro.
“La protagonista es Gabriela, una joven que llega del estado de México al entonces Distrito Federal a hacer su vida, se mete a hacer teatro y descubre en ese ambiente represivo, paranoico y angustioso la presencia de la visitante del más allá”.
Señaló que la novela mezcla premisas fantásticas como el miedo y el ambiente histórico, recreado en el mundo del teatro universitario, en la contracultura de la época y en la búsqueda de justicia.
“Al final tiene un elemento de investigación un poco policiaco porque la mujer viva y la muerta se unen para encontrar justicia en un tiempo donde la violencia contra las mujeres estaba más normalizada”.
Chimal mencionó que en esa época había muchas formas de represión hacia las mujeres que ahora parecían ridículas, pero aunque se ha avanzado mucho, actualmente sigue existiendo la violencia constante hacia ellas e incluso se ha agudizado.
“Tenemos que reconocer que falta mucho por hacer, es necesario defender constantemente la lucha de las mujeres por la equidad y la dignidad, es un tema importante en nuestra época y tenemos que contribuir para poner ese problema sobre la mesa y oponernos a la violencia”.
Añadió que es necesario ubicar mejor a la gente, de manera particular a los hombres, hacer conciencia en las cuestiones de género, una promoción mayor de la tolerancia, establecer políticas públicas y una mejor procuración de justicia en ese aspecto.
En cuanto a su asistencia a la feria, comentó que para un escritor es una maravilla establecer contacto con la gente después de pasar uno o dos años trabajando a solas en la realización de un libro y lo que quieren es ver la respuesta de los lectores y el alcance de su obra.
Recomendó a los padres de familia darse una oportunidad para leer.
“Sé que en la vida adulta hay muchas presiones y trabajo, pero si se dan unos minutos para encontrarse en un texto se llevarán una gran experiencia para la vida y si toman el gusto por la lectura la podrán pasar a sus hijos y familia a través del ejemplo”.