A 426 años de haberse fundado el Barrio Arriba, durante décadas fue el principal motor económico de León, pues en su zona no solo se asentaron las principales curtidurías de la ciudad, también las más importantes instituciones financieras.
Una zona que se mantiene viva y en cuyos callejones aún se preservan fincas que son testigos mudos de su esplendor, pues llegó a tener hasta su propio panteón.
El Comité de Vecinos del Barrio Arriba, con el apoyo de las autoridades municipales y eclesiásticas, llevaron a cabo una a semana cultural, del 14 al 20 de mayo, donde se dio a conocer parte de la historia del Barrio Arriba, que de acuerdo a los cronistas fue fundado un 17 de mayo de 1527.
El arquitecto Juan Antonio Falcón impartió una amena charla sobre los orígenes del Barrio Arriba, señalando que fue fundado en el Siglo XVI, y la gran influencia que tuvo debido a su cercanía que tuvo con la Ruta de la Plata, por Comanja de Corona, la influencia de personas que vinieron a los Altos de Jalisco.
Recordó que en lo que hoy es la calle San Martín, entre la Limbo y Allende, estuvo el Panteón San Martín, donde enterraban a todas las personas que fallecieron de tifoidea.
En el Archivo Histórico de León se tiene documentado que el Panteón de San Martín funcionó hasta su clausura, primero provisional, en marzo de 1894 y luego definitiva, en la primera década del siglo XX.
“La epidemia de tifo en 1892 y propagada en la ciudad de dos años siguientes, trajo como consecuencia un alto en los servicios del panteón normal para los fallecidos por cualquier causa… Las personas muertas por tifón eran sepultadas en dicho camposanto”, reportan Las Efemérides de León, por José Sóstenes Lira.
El cementerio fue cerrado, y durante años estuvo operando una cartonera; luego se construyó un complejo habitacional que perdura hasta la fecha. Cuando se construyeron los cimientos de las casas, vecinos relatan que sacaron gran cantidad de huesos, y hasta monedas de oro.
Desde el cerro del Calvario bajaba el arroyo de “Machigüez” por la calle San Martín, cruzaba la Limbo y desembocaba en lo que ahora es la calle Insurgentes, que hace algunas décadas era conocido como “El Arroyito”.
“El Barrio Arribo está más vivo que nunca.
No debemos permitir que se pierda su esencia cultural, y debemos transmitir a las nuevas generaciones la grandeza que hubo en esta zona y su importancia en el desarrollo económico de León gracias a la curtiduría y el calzado”, señaló Falcón en su charla a vecinos en el Jardín Allende.
Se recordó que hace por lo menos medio siglo, por la calle 27 de septiembre, frente a la parroquia, había un Mesón donde llegaban los arrieros que venían de la sierra de Comanja a vender sus mercancías y ahí pernoctaban. Ahora es una empresa eléctrica.
Otro de los ponentes fue el doctor Primo Quiroz Durán, quien dijo de entrada que era un orgullo ser del Barrio Arriba, y recordó a los ilustres políticos que nacieron ahí y que fueron alcaldes de León: José Guadalupe Núñez (1932); Paulino Durán (1932); José María Durán (1935); Enrique Gómez Guerra (1955), y el último Ricardo Sheffield Padilla (2009-2012).
“Es un orgullo ser del Barrio Arriba.
No solo era un motor económico de la ciudad, sino que también se instalaron instituciones que han sido reconocidas a nivel nacional, como la Facultad de Medicina de León, gracias al doctor Francisco Gómez Guerra”, señaló.
Recordó que otro orgullo del Barrio fue el gobernador de Guanajuato José Rodríguez Gaona, así como el exrector de la Universidad de Guanajuato, Antonio Torres Gómez, y el promotor y fundador del Hospital General de León, el doctor Jorge Chávez Muñoz.
En la calle Aquiles Serdán, en lo que ahora es una Escuela de Idiomas, pegado al templo de San Nicolás Tolentino, se localiza lo que fuera la Escuela de Enfermería de León, con sus arcos de cantera y una belleza arquitectónica.
Recordó Primo la influencia de la iglesia, pues en el Barrio Arriba hay una gran cantidad de templos, como la parroquia del Señor de la Salud, San José Obrero, Santo Niño, San Nicolás Tolentino, las Tres Aves Marías; y en la calle 5 de mayo, San Francisco de Padua, el Calvario.
Es por ello que del Barrio Arriba ha sido cuna de Ulises Macías Salcedo, Arzobispo Emérito de Hermosillo, Sonora; el actual Obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, por citar algunos.
Por su angostas calles transitaron las manadas de burros cargados con cueros que iban de una tenería a otra, y cuya estampa era común allá por los años 70´s.
Donde nació el equipo León
Primo Quiroz dio una cátedra de lo que ha sido el equipo León a lo largo de su historia.
“En 1928 nació el Club León gracias al impulso de curtidores como Enrique Rodríguez.
El Club León no sería nada sin la Unión de Curtidores. El fútbol llegó a León en 1922 de Irapuato, e inició como Club León Atlético. Don Irineo Durán fue fundador del equipo “Curtidores”.
Recordó que el primer jugador leonés que estuvo en unas Olimpiadas fue “El Chaquetón” González, del Barrio Arriba.
La gran rivalidad que había entre el equipo Allende y el San Sebastián.
Sin pasar por alto que uno de los más apasionados seguidores del equipo León fue el Cura Jenaro Vázquez, quien fue por muchos años capellán del Club León, como lo es ahora el padre Roberto Guerrero, también del Barrio Arriba.
“El padre Jenaro se arremangaba la sotana y se ponía a jugar futbol en el jardín”, recordó.
Es tal su pasión por el equipo León que con sus propios recursos Primo Quiroz ha pagado porque se pinten murales con la historia del equipo en la calle Constancia, a espaldas de la parroquia, entre la Aquiles Serdán y 20 de Enero.
Ahí está reflejada la historia del club León, los jugadores que han dado lustre a los panza verdes y que refleja el lugar de nacimiento: El Barro Arriba.
Tradición culinaria
En esta semana cultural del 426 aniversario del Barrio Arriba, además de la exposición fotográfica, también se recordó la rica tradición gastronómica que dio fama a esta zona.
Recordar la deliciosa birria de chivo de Aristeo Ruiz; la ricas carnitas de Pepe Cortés, quien también jugara en el equipo Curtidores; las nieves de El Volcancito y sus gelatinas de leche, los chocomiles de Cecilio Contreras.
Por su calle y callejones hay una gran historia dentro del Barrio Arriba que busca ser rescatada por los vecinos del lugar, los pocos que quedan.
Aunque reconoce Primo Quiroz que uno de los más graves problemas que enfrentan es la inseguridad, los asaltos, robos, el abandono de viviendas y la falta de promoción de las mismas autoridades.
En la semana cultural por el aniversario de la fundación del Barrio, estuvo presente la Orquesta Jóvenes Líderes del Sistema Bajío y se llevó a cabo la presentación de un libro que editó el Archivo Histórico Municipal de León.