María Ignacia Javiera Rafael Agustina Feliciana Rodríguez, mejor conocida como “la güera Rodríguez” es descrita por algunos historiadores como una mujer dotada de gran belleza, astucia, cultura e influencia en la élite de su época.
Algunos aseguran que apoyó discretamente a Miguel Hidalgo y abiertamente a Agustín de Iturbide. Lo cierto es que fue impulsora del movimiento de Independencia.
En el marco de los supuestos, se le atribuyeron amoríos con Simón Bolívar, Alexander Von Humboldt y con el emperador Agustín de Iturbide.
El historiador Francisco Martín Moreno, en uno de sus libros novelados de Arrebatos Carnales II, abordó también sus excelentes relaciones con personalidades del alto clero.
“Lo importante fue su aportación a la causa libertaria, su cultura se la forjó ella”, afirmaron en las cápsulas radiofónicas de difusión histórica ‘Retratos’ de Radio Universidad.
Otras miradas
La historiadora Silvia Marina Arrom, durante una conferencia ofrecida en el Museo de la Mujer donde habló de ‘Güera Rodríguez, mito y mujer’, relató cómo descubrió este personaje.
Señaló que quizá su contribución al movimiento libertario fue por conveniencia, a fin de salvar sus propiedades que tenía en San Isidro en Guanajuato.
Puntualizó en la charla, que el personaje en cuestión pasó de lo real a lo fantasioso.
Fue cobrando matices diversos de acuerdo a cada autor, así como las representaciones teatrales, óperas e inclusive historietas como las publicadas por la editorial Novaro.
El primer libro de la “Güera Rodríguez” fue de la autoría de Artemio de Valle Arizpe en 1949, donde la pinta como la gran seductora, manipuladora política desde los corredores de palacios o desde la alcoba.
Silvia calificó esta obra de fantasiosa.
“Muchas medias verdades. Muchas cosas falsas, creó ese personaje buscando una heroína, la fabricó, pero con mucha información inexacta y no respaldada en documentos”, expresó.
Sin embargo, esta obra que la llenó de dudas, la llevó a escribir ‘Güera Rodríguez, mito y mujer’, el cual presentó en octubre del 2020 en una charla en la Red Iberoamericana de Historiadores.
La verdadera Güera Rodríguez
Según el relato de la historiadora Silvia Marina Arrom, María Ignacia era una mujer alegre, hermosa, culta, devota y dedicada a su hogar que se enfrentó a situaciones difíciles.
Falleció el 1º de noviembre de 1850, a los 71 años, y fue sepultada en el templo de San Francisco en la Ciudad de México.
Una historia interesante de una mujer cabal, para otros vividora, que trascendió en la vida de México, concluyen historiadores.