“Un perro en busca de su destino” bien podría llamarse la obra de teatro callejero “Perros”, que atrapó al público de la Plazuela de San Roque.

Una representación cuyo mensaje central es que la maldad humana siempre hace presa de los más débiles, en este caso representados por un perro, que, una y otra vez, paga las culpas de los seres humanos.

La particularidad de esta pieza es que fue ejecutada por gente que no son actores profesionales, sino por habitantes de la comunidad de Juan Xido Cabras, de San Miguel de Allende, que se presentaron como voluntarios para participar en el Proyecto Ruelas, que desde hace ya nueve años auspicia y financia el Festival Internacional Cervantino.

Una representación cuyo mensaje central es que la maldad humana siempre hace presa de los más débiles. Foto: Catalina Reyes

“Rayo” es un perro que nació entre trozos de carne de todos los tamaños y entre vísceras, entre tiras de chorizo, longaniza, cebo y huesos. Sí, nació en una carnicería, donde cualquier perro sería feliz porque como recompensa a su buen comportamiento recibía retazos de carne. Era un perro carnicero.

Pero la mala suerte quiso que un día que una hermosa joven le quitó la carne que su dueño le había dado para enviarla a otra persona, y a cambio le dio un zapato con el que regresó a su casa, despertó la ira de su amo, que se lanzó contra él a machetazos. El pobre can tuvo que huir despavorido.

Vagabundeó hambriento, hasta que topó con un rebaño de ovejas, cuyos dueños lo adoptaron para convertirlo en perro pastor.

Pero nuevamente la maldad humana hizo que los pastores robaran las ovejas, haciendo parecer como que un lobo las mataba. Pero el dueño creía que era el perro que no las cuidaba bien y lo castigaba dejándolo sin comer y amarrado todo el día bajo el sol y el frío.

“Y como yo no decido mi destino, al fin perro soy”. Foto: Catalina Reyes

De nuevo, “Rayo” huyó en busca de su destino y topó con un policía amigo de su primer dueño, el carnicero, quien lo adoptó como perro policía, a quien acompañó en sus recorridos hasta que una mala jugada lo hizo aparecer injustamente como un perro ladrón y volver a huir.

Después de batallar nuevamente por la calle, se topó con un grupo de artistas callejeros que lo acogieron y “Rayo” se convirtió en perro artista.

Pero nuevamente, la suerte quiso que lo vendieran a una extraña. “Y como yo no decido mi destino, al fin perro soy”, lamenta el animal, resignado a su suerte errante.

Roberto Avendaño, director de la obra, comentó a AM que esta es una adaptación de la obra de Miguel de Cervantes Saavedra “El Coloquio de los Perros”, donde el protagonista habla tres horas. Pero en este caso, “Perros” es una adaptación al siglo XXI, a México y al mundo cotidiano y popular de nuestros días.

Su trabajo inició en junio, los primeros meses fue de buscar la comunidad y a la gente que quisiera participar en esta puesta en escena. Los últimos dos meses fueron el montaje y los ensayos en sí.  

‘Perros’, la obra de teatro callejera que atrapó al público. Foto: Catalina Reyes
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‘Perros’, la obra de teatro callejera que atrapó al público. Foto: Catalina Reyes
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