Imagina Biblioteca infantil celebró la apertura de su segundo salón de ballet, lo que permitirá que las más de 100 niñas que acuden a la institución a recibir sus lecciones de danza puedan continuar con su progreso artístico.
Paulina Villanueva, directora educativa de Imagina, agradeció a Fidesseg, instancia que aportó el recurso para la construcción de esta aula. También dio la bienvenida al patronato y a los padres de familia de las alumnas, quienes fueron los invitados especiales del evento.
Desde hace más de 10 años se imparte la clase de ballet en la institución, por lo que muchas bailarinas han realizado toda su trayectoria ahí. El aumento en la demanda, así como la continuidad de muchas de las alumnas, provocó que este segundo salón se convirtiera en una necesidad.
La nueva aula se construyó con los elementos adecuados para la práctica del ballet, como la duela especial que amortigua los golpes en rodillas y tobillos, barra de entrenamientos y espejos.
Los invitados a la inauguración se congregaron al pie de la escalera que conduce al nuevo salón y dos de las pequeñas bailarinas vestidas en sus leotardos tuvieron el honor de cortar el listón inaugural.
Posteriormente, se invitó a los papás a conocer las nuevas instalaciones y se aprovechó el lugar para hacer la entrega de calificaciones del último periodo de la clase.
Cada una de las alumnas recibió su boleta, así como una rosa de manos de sus maestras, Marías José Gaytán e Ivana Ramírez.
También se invitó a la señora Noemí Villalobos, quien desde hace más de 10 años lleva a sus hijas a clases de ballet, a que brindara un mensaje testimonial.
“Aquí se aprende mucho y agradezco que nuestros niños tengan acceso a este espacio”, mencionó.
Unas de las más emocionadas por las nuevas instalaciones fueron las docentes de danza, quienes reconocieron cómo es que el lugar mejorará el desempeño de los estudiantes.
“Va a impactar mucho a nuestros alumnos porque es un espacio bien lindo, bien pensado para las necesidades de los bailarines”, dijo María José Gaytán, quien tiene dos años impartiendo esta clase.
Mientras tanto, Ivana Ramírez, quien aprendió ballet en la institución y ahora se convirtió en docente desde hace cinco años, compartió un poco de su experiencia.
“Yo práctico aquí desde los 3 años y este espacio que hemos tenido me ayudó a crecer y a ser la maestra que soy hoy en día. Tener este nuevo espacio adaptado nos permite darle un aprendizaje sano y que la comunidad siga creciendo”, dijo.