A lo largo de la historia, Guanajuato se ha posicionado como un referente cultural en el país y es por ello que en su 200 aniversario como estado se celebró una gala de ópera.
El escenario no podía ser otro que el del Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña, recinto que ha visto pasar a lo largo de los años a grandes producciones operísticas.
Para aderezar esta celebración musical, los protagonistas del concierto fueron el famoso tenor Ramón Vargas y la soprano Leticia de Altamirano, quien fuera nombrada como “La Voz de Bicentenario” en 2010 por el entonces Conaculta.
Antes de comenzar con el programa, se proyectó un video conmemorativo en el que personajes históricos nacidos en Guanajuato retomaron vida y hablaron sobre el orgullo de pertenecer a este estado.
A continuación, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo dio unas palabras de bienvenida a los asistentes y celebró el importante bicentenario.
Es un honor estar en este magnífico teatro en este día tan especial en que estamos conmemorando los 200 años de Guanajuato como estado libre y soberano. Fuimos el primer estado que se adhirió a la federación, somos el estado fundador de esta república. Además de conmemorar esta fecha, estamos visibilizando nuestras tradiciones, nuestros valores y nuestra riqueza como pueblo”, dijo en su discurso el gobernador de Guanajuato.
La orquesta dirigida por el maestro Iván López Reynoso ya se encontraba lista para dar inicio con el programa del concierto “200 Años de Grandeza”, donde se incluyeron óperas clásicas.
Fueron los músicos quienes inauguraron la gala con la Obertura de la ópera Luisa Miller, compuesta por Giuseppe Verdi.
A continuación, la cristalina voz de la soprano Leticia Altamirano encantó al Teatro del Bicentenario con su interpretación de “Je veux vivre…”, pieza que pertenece al personaje de Julieta en la ópera compuesta para la obra shakesperiana “Romeo y Julieta” por Charles Gounod.
Como siguiente número hizo su aparición el tenor estrella, Ramón Vargas, quien con una interpretación profunda y muy sentida cantó “Una furtiva lágrima”, de la ópera italiana “L’elisir d’amore” de Gaetano Donizetti.
Tras este primer recorrido por los clásicos de la ópera, llegó el turno de un infaltable: “Carmen” de Georges Bizet, que contó con la participación del Coro del Teatro del Bicentenario y una Suite interpretada únicamente por la orquesta.
Antes de concluir la primera parte del programa, los dos cantantes principales compartieron el escenario para interpretar a los enamorados Aria y Nemorino, de la obra de Donizetti.
La segunda parte estuvo reservada únicamente para los compositores Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini, siendo “O soave fanciulla” de “La Bohéme” el número con el que concluyó el programa.
Sin embargo el concierto no terminó ahí, pues el público conmovido por el talento de los cantantes solicitó una melodía más.
Ramón Vargas y Leticia de Altamirano volvieron al escenario tomados de la mano y para hacer honor a la celebración anunciaron que cantarían la composición de una leonesa. Fue así que de pronto la sala principal del Teatro se llenó de las notas de la canción “Despedida”, composición de María Grever.
Y aunque la canción así lo anunciaba, esta no fue la despedida final de los artistas, pues Ramón Vargas cantó, con la orquesta como compañía “Bésame mucho”.
Como último número y resaltando que esta gala se trataba de una celebración, la soprano y el tenor interpretaron el “Brindis” de la ópera “La Traviata” de Verdi, regalando a todos los espectadores un final cargado de energía y júbilo.
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