Una de las tradiciones más destacadas de la Feria de León son las peleas de gallos. “Ahí se apuesta la vida y se respeta al que gana”. El primer escenario fue la Plaza de Gallos en 1798, ahora rehabilitada después de décadas de abandono. En 2010 sufrió un derrumbe, hoy sigue en pie.
Esta joya arquitectónica del siglo XVIII, que anteriormente dio identidad a la ciudad, fue recuperada por el gobierno municipal (2012-2015). Desde 2016 se encuentra bajo resguardo del Instituto Cultural de León, y es escenario para la difusión del arte.
Con el paso del tiempo ha sido utilizada para diversos fines; en 1810, durante el movimiento de Independencia, fue sitio de resguardo de Félix María Calleja.
Posteriormente en 1910, el antirreeleccionista Madero, celebró un mitin contra Porfirio Díaz al que asistieron al menos 1000 personas, parte de la lucha revolucionaria de acuerdo a datos del Archivo Histórico de León y otros historiadores.
También sirvió como escenario para la soprano Ángela Peralta, quien sembró la semilla de la difusión de la música y el canto, y funcionó como un espacio para los deportes de boxeo y lucha libre, recibiendo a figuras como Blue Demon, El Santo, El Cavernario Galindo y el ídolo leonés Black Shadow.
Un orgullo leonés
El cronista de León, Luis Alegre Vega, en un conversatorio sobre dicho lugar, mencionó “Es para León un orgullo tener un edificio del Siglo XVIII como la Plaza de Gallos en la actualidad, igual que el Teatro Doblado. Son de Primer Mundo”, acotó.
Anteriormente era el sitio adecuado para eventos masivos, no solo de peleas de gallos, sino también para obras de teatro, corridas de toros, eventos culturales y populares como boxeo y la lucha libre”, precisó el cronista Luis Alegre Vega.
“La Plaza de Gallos fue un centro que permitió la democratización y la interacción entre pobres y ricos. Lo fundamental era la diversión. Los galleros eran gente de dinero y venían a eso, a apostar” agregó.
Los primeros usos de la Plaza de Gallos
El 7 de septiembre de 1979, Don Cristóbal Zabro alquiló la enorme finca por 300 pesos anuales, en la Calle Plaza de Gallos, ahora Juárez 316 y 318 conforme a información del Archivo Histórico Municipal.
El inmueble fue adquirido por el Capitán Félix Gutiérrez de la Concha, entonces alcalde. Su hijo José Manuel, se queda al frente de la administración. En 1810 la Plaza de Gallos, sirve de guarida al brigadier Félix María Calleja, enemigo de los insurgentes.
El 31 de marzo de 1910, con motivo de la Revolución Mexicana, Francisco I. Madero ofreció un mitin ante cientos de seguidores en su lucha antirreeleccionista contra Porfirio Díaz.
Dicho espacio en 1831 es habilitado como plaza de toros, a fin de hacerla costeable.
Siguiendo la ruta
Los de la Concha pierden la propiedad de la plaza por no cubrir impuestos y hasta 1840, se sabe que la compró Felipe Valero Castillo, a su ahijado Tomás Castillo, conforme a las declaraciones del historiador Mariano González Leal.
El inmueble es abandonado en 1960 y después de 50 años aproximadamente se busca su rescate y se realizan gestiones en medio de un laberinto legal.
Tras lograr su adquisición por 7 millones de pesos, fue necesario restaurarla casi por completo, para lo cual el gobierno invirtió otros varios millones. Hoy luce en todo su esplendor como un digno marco para promocionar la cultura.