José Alfredo Jiménez, junto con los Beatles, han sido los dos únicos cantantes del mundo que han superado sus propios récords de canciones escuchadas en un solo año, con sus propias canciones.
En el caso del guanajuatense, fue con sus composiciones: “Yo”, “Ella”, “Cuatro Caminos” y “Qué suerte la mía”. En el caso de Los Beatles, lo hicieron con las composiciones de John Lenon y Paul McCartney, pero José Alfredo alcanzó este logro solo.
Así lo reveló José Azanza, director de la Casa Museo de José Alfredo Jiménez en Dolores Hidalgo, donde nació el máximo compositor mexicano del siglo XX. Refirió también que tuvo 278 canciones grabadas y más de 50 composiciones inéditas.
Esto, durante una plática impartida para celebrar el aniversario número 98 de su nacimiento, que ocurrió el 19 de enero de 1926.
Azanza contó que Pedro Infante le grabó a José Alfredo 22 canciones y llevó 11 al cine. La primera vez que el actor escuchó cantar al compositor, le dijo: “Con que usted es el muchachito que hace estas cancionzotas”.
Remontándose a años antes, dijo que José Alfredo fue un niño muy bien recibido en su familia, pues era hijo del único farmacéutico del pueblo, en Dolores Hidalgo, quien además proveyó de remedios a toda la gente durante una pandemia en esa población, por lo que era muy querido.
Pero a los 12 años, muere su padre y su madre se lo lleva a la Ciudad de México, se instalan en la colonia Santa María La Rivera, “a poner un localito para sobrevivir”. Y fue allá, a esa edad, en un paseo por El Desierto de los Leones, que compuso una primera versión de El Jinete.
En la gran ciudad también empezó a jugar futbol, como portero. Su entrenador le dijo un día: “Tienes mucho talento para el futbol, pero cómo te distraen tus pendejadas de canciones”. Muchos años después, José Alfredo confesó que prefirió dedicarse “a sus pendejadas” y le había ido bien.
No era un borracho, como se cree
En la charla, realizada en el Museo Gene Byron de Guanajuato capital, Mauricio Vázquez, director de La Rana, editorial del Instituto Estatal de Cultura, aclaró que contrario a lo que se piensa generalmente, por las letras de sus canciones que se refieren a cantinas, José Alfredo no era un borracho, a pesar de que murió muy joven, a los 47 años, de cirrosis, que es una enfermedad viral. Se encontraba en la cúspide de su carrera, como compositor y como cantante.
No estamos ante un compositor menor salido de la nada, sino que supo abrevar de las formas más puras de la literatura. (…) José Alfredo regresa a las formas más acabadas de la literatura, a diferencia de los charros machos del cine mexicano”, afirmó, pues las letras de sus canciones tenían métrica.
También destacó: “Las letras de José Alfredo no son misóginas, no hay un desprecio a la mujer. Y eso hace que no se abaraten”.
Destacó que otro mito que tampoco es cierto es que él compuso sus canciones en Dolores Hidalgo, porque no fue así, ya que se lo habían llevado a la Ciudad de México desde niño. Así que sus canciones las compuso en la Colonia Santa María la Rivera.
Concluyó: “Es el poeta más grande que ha dado Guanajuato en el siglo XX”, afirmó Mauricio Vázquez.
En el evento también estuvo presente Federico Velio Ortega, autor de un libro sobre las letras de este compositor.