La parroquia de San Sebastián Mártir, patrono de la ciudad venerado el 20 de enero, guarda en sus muros belleza pictórica, escultórica y religiosa. Hagamos un recorrido por el templo, del cual actualmente es titular Francisco Gerardo Alvarado Quintana.
“El Sagrario”, como también se le conoce a la parroquia, es un mundo de arte, un remanso de paz y espiritualidad. Fue la primera iglesia de la ciudad, y hoy se encuentra bajo resguardo de la arquidiócesis de León.
Su fachada es imponente, así como sus pórticos y el templo contiguo de San Antonio. Su construcción es del siglo XVI; aunque algunos historiadores la ubican en el siglo XVII, de acuerdo a información del Archivo Histórico Municipal de León.
Al entrar se encontrará con una placa, donde se señala el reconocimiento como parroquia por las autoridades eclesiásticas. Al seguir el camino, de frente está una pila de agua bendita, de la cual, anteriormente era común que los feligreses tomaran un poco de ella para santiguarse.
Enseguida se ve la gran belleza de sus pinturas, los enormes candiles que iluminan el espacio, y sus tres altares: el principal y los dos laterales.
A unos pasos de la pila bendita, en un pequeño nicho, está el sitio de las almas en pena. Entre las figuras que conforman esta representación, se aprecian un sacerdote, un Papa y un obispo, así como hombres y mujeres.
Si usted voltea su mirada hacía arriba se encontrará con bellas pinturas de flores realizadas a detalle en vivos colores que simbolizan la naturaleza, al mundo y la esperanza de un nuevo día, según especialistas en arte sacro.
También están allí las pinturas que describen la vida del Santo Mártir San Sebastián, quien pese a ser militar, fue soldado de Cristo. En el primer cuadro se aprecia la manera de predicar a sus amigos la palabra de Dios.
En el segundo, cuando el emperador Maximiano ordenó a sus soldados que lo matarán a flechazos por seguir a Jesús.
En la siguiente imagen se aprecia el momento en el que San Sebastián reclama al Emperador por qué persigue a los cristianos. En la cuarta imagen se observa cómo es llevado a las catacumbas de la vía Apia, tras morir por los azotes recibidos.
Por su parte, en los muros laterales de la parroquia se aprecian las 14 estaciones del Viacrucis, con escenas en relieve e imágenes de otros santos.
Después de este recorrido llegará al altar principal de San Sebastián, que se encuentra en la cúspide acompañado por Cristo crucificado colocado en un ciprés, y a su lado el Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen del Escapulario.
En el segundo altar está la Virgen de la Medalla Milagrosa, San Alfonso María Ligorio y Juan Luis Gonzaga. Custodiados todos por la Virgen de Guadalupe.
En el tercer y último altar se puede apreciar la figura de San José Padre; a su lado San Antonio Abad y San Antonio de Padua, y la Santísima Virgen de la Luz. En medio de los altares mencionados, luce una cúpula con hermosos vitrales.
En las pechinas, situados los cuatro evangelistas: San Mateo junto con un angelito; San Juan el Evangelista con un Águila, San Lucas con un Toro y San Marcos acompañado de un León, como símbolo del apocalipsis. Todos los altares son de estilo Neoclásico.
Esta parroquia, además, cuenta con una reliquia de San Sebastián, conseguida por gestiones del párroco Espiridión Gaona. Esta llegó el 30 de enero de 1918 y actualmente solo se exhibe en la misa solemne que se celebra cada 20 de enero.
Su historia
Su construcción se ubica a fines del Siglo XVI, entre 1580 y 1590. Muchos años después, entre 1904 y 1907, fue necesario restaurar la torre (que fue modificada a estilo barroco) y la fachada (neoclásica actualmente), obras que se le atribuyen a Luis Long. Estuvo cerrada durante la cristiada 1926-1929.
En un principio fue el monasterio o seminario (hoy Coppel). A partir de 1663-1664 se puede hablar de su construcción y la aparición de la notaría eclesiástica”, expresó el actual párroco Francisco Gerardo Alvarado Quintana.”
De acuerdo a información del Archivo Histórico Municipal de León y del Profesor Jesús Ojeda Sánchez, en su libro 500 años de Historia, la parroquia fue levantada en el Siglo XVII y pertenece al estilo barroco. En su interior prevalece el estilo neoclásico.
Algunos historiadores y especialistas en arquitectura, mencionan que la torre y la fachada son de cantera y piedra. Fue el 7 de mayo de 1956, que el obispo Martín del Campo consagró a este templo como parroquia, y cada 20 de enero se festeja a San Sebastián Mártir.