La literatura infantil es un mundo fascinante, pues a través de la creación de nuevos mundos, los niños pueden entender cosas de su realidad y verse reflejados en las historias. Gina Jaramillo, además de trabajar como activista en pro de la infancia a través del Colectivo Niñeces Presentes, también ha abordado la literatura infantil para darle voz a las inquietudes de los pequeños.

De esta manera nace “El guardián de los quesos” su último libro, ilustrado por la artista Valeria Gallo, donde a partir de temas como la hermandad, la complicidad y el amor, hace un retrato dulce de los tipos de familias que existen en la sociedad y que son parte de la realidad en la que crecen miles de niños y niñas. 

En esta historia, Bibi y Mon se preguntan a dónde va su gato Tigre todo el día y cuando deciden seguir sus pasos, descubren que también es el gato de otras familias que aunque son muy diferentes a la suya, en todas hay mucho amor. 

El libro fue presentado en la FIL Guadalajara del año pasado y ahora Gina Jaramillo platicó en entrevista con AM sobre el proceso de crear esta historia. 

Bibi, Mon y Tigre son los protagonistas de la historia.

¿Cómo nace ‘El Guardián de los Quesos’?

Toda la primera parte está inspirada en hechos reales. Tigre es mi gato en la vida real, que es muy vago y siempre tenemos esta gran pregunta a nivel familiar de en dónde se meterá Tigre. A veces desaparece tres días, luego regresa bañado, por lo que creemos que atraviesa un montón de familias.

Para mí era muy importante partir de algo común para generar una historia extraordinaria, porque soy de la idea de que los grandes momentos no llegan como la foto perfecta, sino que se construyen todo el tiempo; desde lo cotidiano nace lo extraordinario.

Además de la familia, que es el tema principal, ¿qué otras ideas abarca?

En este libro hay varias historias. La primera tiene que ver con la hermandad; yo soy hermana mayor y serlo para mí es lo más chido en la historia, por tener la posibilidad de coexistir con alguien, tener un cómplice y compartir mucha vida.

Otro tema es el de las edades, pues vemos a los protagonistas, Bibi y Mon, que son los más jóvenes de la historia, pero al final llegamos hasta los abuelos y en el inter hay una comunidad de gente joven que hace familia”. 

Vemos padres que se han construido desde la adopción, vemos familias homoparentales, mamás solteras, un montón de personas que desde el amor y el respeto comparten cómo es su vida familiar. 

Algo muy lindo de esta historia que está presente en todas las ilustraciones son los cuidados, siempre vemos a alguien cuidando de alguien todo el tiempo. El tema de los cuidados fue uno de los principales en la agenda feminista 2023 y para mí era muy importante plasmarlo en esta historia.

¿Cómo logras trabajar un tema tan completo y profundo para condensarlo en frases cortas?

El álbum ilustrado tiene como característica justo eso, encontrar el punto medio donde el mensaje se transmita a través de las imágenes, siempre apoyadas por un poco de texto.

“El Guardián de los Quesos” tuvo muchos tratamientos, pues empezó siendo un cuento muy largo, pero creo que terminó teniendo una amplitud que se transmite constantemente gracias a los escenarios creados por Valeria Gallo. 

¿Cómo fue trabajar con Valeria Gallo y convertir tus ideas en ilustraciones?

Para mí fue mágico porque ella era mi ilustradora ideal para esta historia, por su trayectoria en temas de inclusión y diversidad. 

Valeria Gallo es una artista que tiene procesos creativos largos y lo único que este libro tuvo en su contra fue que había poco tiempo para su realización, pero dijo que sí. Algo que me gustó mucho es que ella percibió muy bien la personalidad de cada personaje, desde su ropa, sus gestos, etc. Trabajar con ella fue uno de los regalos más bonitos de mi carrera.

Valeria Gallo se encargó del trabajo de ilustración.

¿Qué recibimiento ha tenido tu obra en general, pero especialmente en el público infantil?

Hasta el momento he tenido tres presentaciones del libro y en solo una hubo más personas adultas que infancias. 

En ninguna de las presentaciones que estuvieron llenas de niños, hubo alguien que me dijera ‘¿qué onda con los papás gays?, ¿con las mamás lesbianas?’, nadie, ninguna personita.

En cambio, querían saber si Tigre existía, por qué no salían más perritos, es decir, toda la atención se iba al fondo de la historia, no tanto a la forma y creo que ese es un punto interesante a observar, que como personas adultas ponemos etiquetas muy fácilmente, somos especialistas en estigmatizar absolutamente todo, mientras que las infancias tienen una apertura de corazón muy grande, curiosidad y ganas de explorar una historia. 

En tu libro usas lenguaje inclusivo, ¿qué opiniones has recibido al respecto?

Ha habido personitas de unos 7, 8 años que sí me preguntan ‘¿Qué es un hermanite?’, y yo les explico que es una facultad de inclusión, que si alguien quiere ser un hermanite, puede serlo. 

A mí me gusta incluir en mis proyectos a todas las personas, nombrarlas y hacerlas sentir parte de la historia; creo que también es un reflejo de la sociedad contemporánea, el lenguaje está cambiando muchísimo, así como las formas de vincularnos y las formas de hacer familia. Además, una “e” no le hace daño a nadie. 

¿Qué mensaje le hubiera gustado recibir a la Gina niña?

Siempre fui una niña muy distraída, más adelante supe que era una condición de déficit de atención, pero yo me diría a mí misma que hay que aceptarnos“.

Sobre todo en las infancias cuando hay tantas estructuras, tantas reglas impuestas que nos hacen siempre querer pertenecer o ir a cierta velocidad y se vuelve algo. Yo le diría a la niña chiquita que vaya tranquila y que no se preocupe, que todo se va a acomodar.

Gina Jaramillo. Fotos: Cortesía..

Gina Jaramillo. Fotos: Cortesía..

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