Corría el año de 1952 cuando el maestro Enrique Ruelas Espinoza llegó para incrementar la actividad teatral en Guanajuato Capital junto a un grupo de estudiantes. Así formó a la primera generación de actores del Teatro Universitario.
Con la “cosquilla mental” de llevar el teatro al aire libre, el 20 de febrero de 1953, bajo su dirección se presentaron por primera vez “Los Entremeses Cervantinos” en la Plazuela de San Roque, lugar que a la fecha continúa como su escenario principal y testigo de su historia.
Hoy “Los Entremeses Cervantinos” cumplieron 71 años en escena y se han convertido en una obra emblema tanto del Teatro Universitario como del Festival Internacional Cervantino (FIC).
De acuerdo con documentos del acervo del FIC y la Secretaría de Cultura del Estado, tanto el prólogo como el epílogo de la obra fueron escritos por el ex rector Armando Olivares, de quien se dice fue el primero en caracterizar a Miguel de Cervantes Saavedra.
Además de esta particularidad, Ruelas siempre procuró aprovechar la escenografía natural que ofrece la ciudad.
Y es que las historias de “La guarda cuidadosa”, “Los Habladores” y “El Retablo de las Maravillas” tienen lugar entre los callejones que rodean al templo y las casas de la Plazuela de San Roque, lo que aporta dinamismo a la puesta en escena, una magia que todavía maravilla al público.
Incluso en 1972, cuando la presentación de los “Entremeses Cervantinos” se había vuelto muy popular, fue el detonante y el origen de la primera edición del Festival Internacional Cervantino, uno de los cuatro festivales culturales más importantes del mundo y el primero en América Latina.
A los versos de Cervantes le han dado vida los estudiantes, maestros, actores, músicos, carniceros, contadores, abogados y todo aquel cuevanense con deseos de participar en una de las presentaciones teatrales más importantes de la ciudad.
Pues a la fecha los “Entremeses Cervantinos” son un ingrediente que si faltara, no tendría sentido la identidad de la Universidad de Guanajuato y de la propia cañada.
Este año, para celebrar los 71 años de la puesta en escena, el Teatro Universitario llevó a cabo una presentación especial, la cual se llenó de caras conocidas que se sabían los diálogos de memoria y de público nuevo que río y se dejó asombrar por “El Retablo de las Maravillas”.
