El poeta y guitarrista Guillermo Velázquez dejó trunco su camino hacia el sacerdocio cuando decidió dedicarse a la música, sin embargo su capacidad para predicar no desapareció, sino al contrario.

Sobre el escenario del Palacio de Bellas Artes, en la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Artes y Literatura 2023 en el juglar de la Sierra Gorda de Xichú, Guanajuato, declamó los siguientes versos como agradecimiento por el galardón en la categoría de Artes y Tradiciones Populares.

“Una tradición no empieza / ni acaba en una persona, / mucha gente la eslabona / y es un fuego que no cesa. / Por esa razón, por ésa, / y sin más estridentismo, / el premio, en un alquimismo / propio de las tradiciones, / resplandecerá en los sones / y yo sigo siendo el mismo”.

En este mismo lugar fueron premiados otros tres talentos: la escritora Beatriz Espejo, en el campo de Lingüística y Literatura; el director de teatro Claudio Valdés Kuri, en el de Bellas Artes, y el sociólogo José Manuel Valenzuela, en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.

“Porque, la verdad sea dicha, / no aspiré a ser en la vida / poeta de versos egregios, / ávido de privilegios / que el poder da o convalida, / ni a irme cuando me despida / de loas y premios cubierto, / aspiro a seguir despierto, / como una palpitación / en el vivo corazón del pueblo / después de muerto”, remató Velázquez.

Con esta ceremonia, la Secretaría de Cultura (SC) por fin se puso al corriente con el anuncio y entrega de estos premios, los más altos que ofrece el Gobierno a sus creadores.

Para llegar a la cita, Espejo se sobrepuso a una reciente cirugía de cadera y, en silla de ruedas, recibió el galardón que honra una trayectoria literaria de más de seis décadas.

“Como ustedes saben, yo siempre he ansiado esta presea y la he visto dada a gente muy importante, como a Rubén Bonifaz Nuño; como a mi marido, Emmanuel Carballo; a Jaime Torres Bodet y a muchos otros, pero no estaba muy segura de un día poderla recibir. Cuando me enteré de la noticia, me dio una especie de ataque de llanto y de risa”, relató.

Elogiada por Rosario Castellanos como una escritora “que nació sabiendo”, la autora de libros como Alta costura (1997), Marilyn en la cama y otros cuentos (2004) y ¿Dónde estás, corazón? (2014), aceptó el premio con humildad genuina.

Expresó que durante toda su vida ha sentido una gran pasión por la literatura y por ello ha escrito una gran lista de libros.

Valdés Kuri, fundador de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes y un conocido ya del Palacio de Bellas Artes, compartió “se me llena la boca de dicha al describir al teatro como una clase magistral del arte colaborativo. Éste ha sido un camino compartido no sólo con Ciertos Habitantes, sino con múltiples de ellos: familia amorosa, maestros inspiradores, cocreadores entregados, amistades fieles”, agradeció.

Así, con una evocación del poder del arte dramático para “susurrar al oído del espectador”, Valdés Kuri se dijo convencido de que la transformación social no es un asunto de masas, sino que se gesta en pequeños grupos.

“El teatro es una herramienta poderosa, única y sagrada donde el espectador puede, a través del otro, contemplar su propio ser”, agregó. 

Valenzuela, investigador emérito de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), dedicó su discurso a los temas que ha cultivado en cuatro décadas como académico: los procesos socioculturales transfronterizos, las culturas e identidades juveniles, los movimientos sociales y las culturas populares. “Campos investigativos que, como los viejos amores, ni se olvidan ni se dejan”, declaró.

Con ello, el sociólogo que ha acompañado a los “cholos”, a los chavos “banda” y a los “tumbados”, expresó la necesidad de una ciencia con conciencia que ayude a remediar la violencia contra las juventudes.

“En la Academia tenemos mucho que aportar desde posicionamientos dialógicos y horizontales. Requerimos ciencias dialógicas, no las heteronómicas, cargadas de violencia simbólica, donde los otros son salvajes, objetos de estudio, nativos, informantes incorporados en procesos investigativos desde reglas, normas y conocimientos impuestos, donde poco o nada importan sus propios intereses, culturas y saberes.

“Una ciencia crítica, reflexiva y humanista que problematiza su responsabilidad en la transformación de la realidad”, abundó en su denuncia ante tragedias sociales como el juvenicidio, el feminicidio y la violencia contra los migrantes.

En representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, entregó los galardones en compañía de Alejandra Frausto, titular de la SC.

En este ambiente de bonhomía general, de agradecimiento, creación colectiva y tradición, fueron Los Leones de la Sierra de Xichú, con su cantor al frente, quienes cerraron el evento a ritmo de huapango arribeño.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *