En 2006 Adolfo Torres Balcázar pasó por un momento muy difícil al quedarse sin trabajo, pero en lugar de resignarse a la tristeza decidió viajar al otro lado del mundo para darle un giro a su vida y hoy esa experiencia está plasmada en el libro “Shalom, mexican” que presentará en la Fenal.
El originario de Moroleón siempre soñó con viajar y conocer el mundo y fue en una situación poco alentadora donde decidió tomar la oportunidad que le daba la vida.
Yo tenía muchas ganas de viajar y me di cuenta de que había un programa de voluntariado en otros países, fue gracias a ellos que me fui a trabajar a un kibutz en Israel”.
Un kibutz es una especie de comuna agrícola y donde comúnmente se reciben voluntarios de todo el mundo, ya que los jóvenes israelíes prefieren irse al ejército, según explicó el autor.
En aquel viaje, Torres conoció principalmente a latinos, por lo que en un inicio el idioma no fue una barrera. Tras terminar su periodo en el kibutz, el mexicano decidió quedarse a trabajar en Tel Aviv con trabajos eventuales y viajando de vez en cuando a países cercanos como Egipto y Jordania.
La idea de viajar a Israel estuvo en la mente de Torres Balcázar desde que en su juventud se fue de misiones con los jesuitas a lugares como Durango y Oaxaca. Al estar apegado a la religión en esa época de su vida, creció su anhelo de conocer Tierra Santa y el Santo Sepulcro. Sin embargo, los choques culturales no se hicieron esperar.
“Una vez temí por mi vida. Yendo de paso por Jordania, trabajé algunos días con un hombre que tenía un autobús de turistas coreanos. El jordano me ayudó mucho y me hospedó en su casa por dos días.
La primera noche su esposa me preparó una comida muy rica. Ella estaba completamente tapada con una burka y, en mi ingenuidad, a manera de agradecimiento le di la mano, como acostumbramos en México.
Ella salió despavorida y el hombre me miró muy feo, me dijo que eso no se hacía y que los había ofendido. Me llevó a un salón privado, parecido a un baño e hicimos varios rituales de purificación, estuvimos toda la noche rezando en un tapete en dirección a la meca”, compartió el viajero. Estas y más aventuras se encuentran en la novela que está inspirada en su primer viaje.
Ahora Torres Balcázar conoce 57 países y 31 estados de la República; sin embargo, le tomó varios años animarse a plasmar en letras los recuerdos de su estancia en Israel.
“En 2017 envié mi borrador al Fondo Para las Letras Guanajuatenses y así fue como terminé la novela; la escritora Ana Clavel me ayudó con la corrección”, compartió.
Por último, Adolfo Torres Balcázar invitó al público a que acudan a la presentación de su libro el domingo 26 a las 6 de la tarde en la Sala Sor Juana Inés de la Cruz de la Fenal, donde contará más de sus anécdotas, buscando animar a los asistentes a tomar las oportunidades de la vida y conocer el mundo.