El deporte y la literatura no son polos opuestos, al contrario, la actividad física ha sido motivo de inspiración y afición para varios autores.
Desde la tensión del Tour de France, los penales de futbol considerados como injusticia, actividades como la natación que unen a personas que se quieren aún después de la muerte, el deporte guarda historias dignas de contarse.
Julia Cuéllar, promotora cultural y escritora, nos recomienda a través de sus propias reseñas ocho libros en el marco de los Juegos Olímpicos de Verano, para que los amantes del deporte disfruten de una buena lectura, aderezada por la adrenalina de las competencias deportivas.
De qué hablo cuando hablo de correr
Haruki Murakami
En 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba y decidir que, en adelante, se dedicaría exclusivamente a escribir, Haruki Murakami comenzó también a correr.
Al año siguiente correría en solitario el trayecto que separa Atenas de Maratón, su bautizo en esta carrera clásica. Ahora, ya con numerosos libros publicados con gran éxito en todo el mundo, y después de participar en muchas carreras de larga distancia en diferentes ciudades y parajes, Murakami reflexiona sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra.
Mientras habla de sus duros entrenamientos diarios, su afán de superación, de su pasión por la música o de los lugares a los que viaja, va dibujando la idea de que, para Murakami, escribir y correr se han convertido en una actitud vital.
Reflexivo y divertido, filosófico y lleno de anécdotas, este volumen nos adentra plenamente en el universo de un autor que ha deslumbrado a la crítica más exigente y hechizado a miles de lectores.
Muerte Súbita
Álvaro Enrigue
Álvaro Enrigue, un escritor mexicano que vive en Nueva York y debe divertirse cuando la gente le pregunta de qué se trata su más reciente novela.
Sin un orden en particular, “Muerte súbita”, que ahora se publica en inglés, trata sobre cuatro pelotas de tenis elaboradas con el cabello de la decapitada Ana Bolena, un partido de tenis ficticio entre el pintor italiano Caravaggio y el poeta español Francisco de Quevedo, la conquista de México dirigida por Cortés y la historia de varios juegos con pelotas. También incluye algunos correos electrónicos que supuestamente intercambian el autor y un editor en España, así como referencias a “Utopía”, de Tomás Moro, a Galileo y al emperador azteca Cuauhtémoc. Y hasta hay un diálogo en el que participa el Papa Pío IV.
La novela comienza con una descripción de un partido de tenis en el siglo XVI que terminará en la “muerte súbita”.
El invencible verano de Liliana
Cristina Rivera Garza
Si lo que te gusta es la natación puedes aprender cómo este deporte unió a dos hermanas: la escritora Cristina Rivera Garza y su hermana Liliana Rivera Garza, quien fue asesinada el 16 de junio de 1990.
En esta historia que está basada en hechos reales vamos a descubrir cómo Cristina, una vez que decide abrir las cajas, muchos años después de la muerte de su hermana, se da cuenta de la historia de vida, los diarios y las cartas de todos los amigos de la vida que tenía su hermana antes de morir.
También vamos a pasar por este crudo escenario de las denuncias por feminicidios y de todo lo legal en México.
La natación fungirá como lo que une a las hermanas, algo que compartieron y que aún hoy sigue haciendo que Cristina se enfoque y recuerde a su hermana,
Con la muerte en los puños
Pedro Ángel Palou
“La pobreza es la madre del box”, sentencia Baby Cifuentes, con la claridad y la dureza que sólo puede saberlo quien ha vivido en el ring.
El campeón mundial replicó las debilidades que tanto se conocen del medio: despilfarro de dinero, consumo de drogas y de alcohol para soportar la realidad; afición a las mujeres y los placeres, para después vivir las consecuencias de haber mezclado todo.
“Con la muerte en los puños” explora la mente de quien ha vivido para golpear y ser golpeado, de quien busca compañía sin saber cómo corresponderla, que lucha a diario para ser mejor y pelea en el ring porque, quizá, sólo en eso es bueno. Sin familia, pero con un mánager que fungió como padre.
Dios es redondo
Juan Villoro
“Dios es redondo” ofrece una vibrante crónica de la religión laica que llena los estadios. La divertida y a menudo épica aproximación de Villoro puede cautivar al más deseoso de compartir datos reveladores en una tertulia, pero también al curioso, y aun al enemigo del fútbol, interesado en conocer las causas que llevan a proferir alaridos en nombre de un equipo.
Enviado especial a los mundiales de Italia 90 y Francia 98, Villoro domina el arte de escribir al borde de la cancha, pero también el tono reflexivo. Así, el libro rinde tributo al más colorido de los divos del pie privilegiado, Diego Armando Maradona, registra las glorias y los excesos de la liga española, ofrece indelebles estampas del último Mundial del siglo XX y brinda un notable ejemplo del arte de la conversación con Jorge Valdano.
El pulso del novelista entronca en estas páginas con el ritmo tenso del cronista, dispuesto a atrapar la vida secreta de los goles, las razones que eternizan lo que ocurre en un instante.
Balón dividido
Juan Villoro
Sin apartarse del principio conductor de “Dios es redondo” , “el futbol es la recuperación de la infancia”, los retratos y las crónicas de “Balón dividido” abarcan a las figuras recientes del balompié actual .
Hablará de Piqué, Messi, Pep Guardiola, Cristiano Ronaldo, los hermanos Boateng y, entre extraordinarias conexiones con la literatura, la historia y la psicología, como Juan Villoro nos ha acostumbrado, calienta el ambiente para los numerosos y encendidos debates que el futbol siempre concede, sobre todo en años mundialistas.
No fue penalti
Juan Villoro
“No fue penalti” ofrece dos versiones de una misma jugada. En forma dramática, ese lance une a dos amigos que el destino convirtió en enemigos. El Tanque dirige un equipo que descenderá a segunda división si pierde el partido.
Desde su pequeña prisión de director técnico, enfrenta algo más que el marcador: su futuro y su pasado están en juego. Con la garganta hecha trizas, lucha contra la torpeza de sus propios jugadores y las decisiones del árbitro.
Mientras tanto, es observado por Valeriano Fuentes, el ex amigo con el que compartió una tragedia que cambió sus vidas y que ahora está a cargo de la implacable justicia del VAR.
Muerte contrarreloj
Jorge Zepeda Patterson
Cuatro incidentes en el Tour de Francia han alertado a la policía: un atropello, un violento asalto, una sospechosa intoxicación y un supuesto suicidio por lo que, es evidente que hay un asesino en el pelotón de corredores.
Marc Moreau, miembro clave del equipo y cuatro veces campeón, es reclutado para seguir de cerca las huellas del culpable. Marc sabe que, con tal de ganar una etapa del Tour, hay ciclistas dispuestos a morir en descensos suicidas a más de noventa kilómetros por hora, pero ahora también hay algunos dispuestos a matar para conseguirlo.