Anhangá Dance Club hizo vibrar a las cientos de personas que se reunieron en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, con una mezcla única de ritmos brasileños propios de las culturas indígenas, funk y notas amazónicas de guitarra. Los artistas procedentes de Brasil, país invitado, llevaron la fiesta al segundo día del Festival Internacional Cervantino (FIC)

La agrupación está integrada por los guitarristas Eduardo Barbosa y Joao Belém. El nombre de la banda está inspirado en la cultura indígena brasileña, pues Anhangá representa al espíritu del bosque. 

Justamente esa esencia la llevaron al alma del público con sonidos arriesgados y una deliciosa mezcla de géneros tropicales del caribe como lambada, guitarrada y cumbias cuyas notas se entremezclaban con funk, sintetizadores y las letras de amor. 

Su propuesta única provocó que todos los presentes se dejaran llevar por el ritmo y bailaran al compás de la música, en una fiesta que no paró por más de una hora de concierto donde nadie se quedó sentado. Incluso algunos afortunados se subieron al escenario a bailar. 

Todos los asistentes se pararon a bailar en sus lugares. Foto: María José Soto.

Definitivamente Anhangá Dance Club sorprendió con su techno merengue y la noche se convirtió en un vaivén de caderas, palmas y brazos al viento.

Eduardo Barbosa es un compositor, productor musical e investigador musical con una obra que abarca Guitarrada y Lambada. En el 2021 lanzó el álbum “Tecnoguitarradas Anhangá Dance Club”. 

Ha participado en el proyecto Para el Caribe de la Casa das Artes y ha tocado con grandes de la industria musical como Mauro Cotta, Luiz Guilherme y Aldo Sena.

Actualmente es parte, además, del grupo Lambada Social Club, para promover este género musical tropical.

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