El leonés Tomás Bustos Muñoz creció en un hogar cuya prioridad era el amor al otro y poder ofrecer tus habilidades para ayudar a los demás. 

En palabras de quiénes lo conocen, es una labor que ha logrado cumplir a lo largo de sus ochenta y dos años.

Los directivos de la Academia Mundial de Amparo y la Organización Mundial de Abogados (OMA) invitaron a familiares, amigos, exalumnos y allegados a Bustos Muñoz para asistir a un evento en el que se reconoce tanto sus acciones que han sido tomadas como ejemplo de profesionalismo, así como de calidez humana.

Tomás Bustos Muñoz ha dedicado su vida y trabajo a motivar y ayudar a las personas. Foto: Gerardo García.

Su sobrina, la maestra María Luisa Moreno, mencionó que es una persona en quién existe una congruencia entre su estilo de vida y sus palabras.

Entre los directivos organizadores del evento estuvo Román Díaz Vásquez, presidente de la Academia Mundial de Amparo, acompañado del diputado Antonio Chaurand Sorzano. 

También estuvieron presente la licenciada Norma Rojas y Sandra Vásquez Merlin.

Roman Díaz, Inocencia Vázquez, Hugo Zamora, Tomás Bustos, Antonio Chaurand e Igor Sura. Foto: Gerardo García.

El evento inició con las palabras de Hugo de Jesús Zamora Granados, presidente adjunto de la Academia de Programas, quién habló de los grandes logros que ha tenido Tomás Bustos en los campos de la educación, política, derecho, filosofía, periodismo y escritura. 

De igual manera, denotó su amor por la historia de México y sus cualidades humanísticas.

Con mucho humanismo

Entre los que le dedicaron unas palabras, estuvo Alberto Sánchez, quien ha trabajado toda su vida en la Notaría número 103, la cual está bajo la dirección del galardonado licenciado. Reconoció la rectitud e influencia de Bustos en la gente que lo rodea:

“Es tan grande su aura, su capacidad, su humanismo, que contagia a todos los que estamos a su alrededor y yo soy testigo de primera mano de eso”, explicó el abogado, para agregar que lo ha acompañado a diligencias y le sorprende su profundo amor y ayuda al prójimo.

Además, comentó que el espíritu docente de Tomás Bustos siempre está presente, ya que parte del legado que le ha dejado tiene que ver con sus recomendaciones de libros de filosofía y poesía, por lo que Bustos ha contribuido a su formación personal y académica.

Figura de ejemplo

Los asistentes del evento se vieron conmovidos cuando la sobrina de Bustos Muñoz, María Luisa Moreno, tomó la palabra y habló de sus experiencias con el docente cuando tenía ocho años.

“Yo lo veía a él sentado con un grupo de amigos, muchas de las veces eran políticos, con la mesa llena de periódicos, revisando todas las noticias, todo lo que se decía en aquel momento y entonces yo entraba a saludarlo.

María Luisa Moreno, sobrina del licenciado, dedicando unas palabras con mucho afecto. Foto: Gerardo García.

“Y era una dicha de que le dijera al mesero que me pusiera una mesita a un lado y así poder disfrutar de un capuccino, escuchando esas conversaciones a mis ocho años porque era un café donde asistía únicamente gente adulta, incluso se consideraba que asistían los intelectuales”, compartió María Luisa Moreno.

“A partir de ahí descubrí que con el sabor de un buen café podemos tener conversatorios en donde sentimos que realmente podemos resolver el mundo”.

Después de muchos, variados y emotivos testimonios, en los que se confirmó la labor humanística e influencia positiva del docente, a punto de terminar el evento llegó el momento de que el licenciado Tomás Busto Muñoz tomara la palabra.

Al inicio de su discurso, habló acerca de lo que considera que es el ‘motor’ del ser humano: la necesidad de amar y de ser amado. Su manera de agradecer la presencia, palabras y afecto de los presentes fue uniendo esta idea del amor con su gratitud a los asistentes:

“Que algunas de las personas que están el día de hoy reunidos, más que el reconocimiento a una persona, es la exaltación de una virtud que la humanidad ha de conservar por siempre si quiere seguir evolucionando en el contexto universal en el que se ha generado”.

Paulino Lorea y Tomás Bustos. Foto: Gerardo García.

De igual forma en la que expresó un reconocimiento a quiénes asistieron, también dio gracias a sus experiencias y afirmó que no tiene la necesidad de vivir otra vez, ya que se siente sumamente satisfecho con sus acciones en esta vida.

Y para cerrar, volvió a la idea del amor y cómo este puede darnos libertad:

“¿Qué es compartir? Disfrutar. No hay mayor satisfacción, ni mayor bien que la propia persona humana. Entonces, ¿no nos explicamos cómo aún la humanidad no ha sido capaz de entender la necesidad de amar? 

“¿Qué es la necesidad? De querer que el otro sea libre, de que el otro comprenda su necesidad, que la entienda, que luche por ella, que luche por ser”, concluyó Tomás Bustos Muñoz.

 

El licenciado recibió un reconocimiento por sus valores y virtudes humanas. Foto: Gerardo García..

El licenciado recibió un reconocimiento por sus valores y virtudes humanas. Foto: Gerardo García..

El licenciado recibió un reconocimiento por sus valores y virtudes humanas. Foto: Gerardo García..

El licenciado recibió un reconocimiento por sus valores y virtudes humanas. Foto: Gerardo García..

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