Guanajuato.- Ante el nulo apoyo del Gobierno federal por la contingencia sanitaria, es urgente que el Gobierno estatal de Guanajuato considere un crédito mayor para apoyar al sector zapatero. La industria del calzado genera alrededor de 170 mil empleos formales e informales, tan solo en el estado de Guanajuato. A esto hay que sumar los trabajos indirectos como proveedores y comercializadores que produce.
Propietarios de empresas zapateras, que tienen desde 10 hasta 850 empleados informan que la cancelación de pedidos, la nula producción y diversos pagos de servicios como agua, luz, así como impuestos y el seguro social, hacen que la paga de los sueldos a los empleados, que por ahora se encuentran en sus hogares, se empiece a convertir en una odisea.
“Nos dejaron solos”
Rubén Cabrera Gómez, director de la empresa Vaqueras, genera empleo para 850 personas, a quienes les está pagando el 90% de su sueldo. No obstante la producción fue suspendida desde hace unas tres semanas.
Nos dejaron solos, del Gobierno federal vemos cero apoyo, y aunque el Gobierno estatal ha anunciado apoyos, a nosotros no nos ha llegado nada. Estamos como empresa poniendo todo para salvar los empleos de nuestra gente”, aseveró Cabrera.
El director de la empresa leonesa, la cual exporta el 100% de su producción, pidió a sus trabajadores regresar el próximo 4 de mayo, pero le preocupa que la cuarentena se prolongue.
Es mucha la incertidumbre porque no sabemos si tengamos que parar un segundo mes. Gracias a Dios las finanzas de la empresa nos permitirían pagarles nuevamente a nuestros colaboradores, pese a que no estamos produciendo, pero con un tercer mes ya no podríamos”.
Cabrera remarcó que lo más complicado para el sector empresarial es que además del sueldo, el Gobierno ha pedido seguir cumpliendo con los pagos de impuestos y de seguridad social.
Nuestro cliente principal en el extranjero es Estados Unidos, y todo está parado allá también, entonces no hay ventas, pese a eso nos dicen que hay que cumplir con todos los pagos del mes”, recalcó.
Respecto a la reactivación de la economía, mencionó que esto llevará un tiempo, pues hay que considerar que los clientes también tendrán problemas económicos y seguramente muchos de ellos tendrán reservas de inventario.
Lamentan PyMEs apatía
Por su parte Alan Rodríguez, creador de calzado Chahneke, lamentó la apatía e indiferencia del Gobierno federal para aliarse con las MiPyMEs.
La falta de sensibilidad y empatía del Gobierno federal decepciona, uno como empresario tiene que pensar en su gente, pero el Gobierno nacional no está pensando en sus ciudadanos”.
No queremos que nos regalen nada, pero que comprendan que la situación es complicada”, señaló el empresario.
Alan Rodríguez compartió que una serie de promociones lanzadas hace unos días le han ayudado a seguir vendiendo en línea, ya que en tiendas físicas las ventas bajaron por completo.
Estoy trabajando con 9 personas, he venido haciendo una caja chica por si la situación se complica aún más, pero no entiendo entonces porque la autoridad federal no nos apoya con gastos como el de la luz, impuestos y seguro social”, cuestionó.
Respecto al Gobierno estatal, aplaudió las acciones que hasta ahora han emprendido, dijo que buscará obtener uno de los apoyos, aunque acepta que no será suficiente para todas las empresas.
En Guanajuato la situación es por fortuna mejor en cuanto a afinidad del gobierno con los empresarios, pero sin duda que en este momento no hay ayuda que sea suficiente, y si el Estado tiene finanzas sanas, sería de aplaudirse que pueda ofrecer más apoyos”.
Sufren microempresarios
Ante la pandemia, microempresarios de calzado en Guanajuato también han tenido que reducir su personal en un 50%, para poder seguir trabajando ante la caída de pedidos. Empresarios del sector consideran urgente un apoyo crediticio para continuar operando. De acuerdo con el Inegi, en Guanajuato existen 24 mil 446 microempresas dedicadas a la fabricación de calzado que no tienen más de 50 empleados.
Al corte de enero de este año, 50 mil 322 personas estaban ocupadas en el ramo curtidor y la fabricación de productos de cuero. Dante Mauricio Calvillo Valadéz, propietario del taller Maucci, está considerando en pedir un préstamo para continuar con las labores de la empresa. La producción pasó de 250 a 50 pares de zapatos semanales desde que empezó la contingencia, cantidad con la que apenas se cubren los gastos operativos, insumos, salarios y sin ganancias, lamentó.
Valadéz inició en 2014 de forma independiente, elaborando productos para diferentes marcas de zapato, antes era empleado y toda su familia se dedica a la fabricación de calzado. Desde hace tiempo las ventas no han sido las mejores, un poco por la situación general económica que se vive en México. En el taller trabajaban 9 personas, y ahora con la pandemia redujo su personal a dos.
De no mejorar la situación, una opción sería buscar nuevamente trabajo como empleado, esa sería mi última opción”, señaló.
Cambian producción
La baja en la producción en el taller de Juan Pablo Ponce Vázquez comenzó desde 2019, con el cambio de Gobierno federal, de 30 empleados, solo quedaron 15. Y ahora la pandemia lo hizo parar su producción durante dos semanas. A principios de marzo, el taller de Creaciones D´Ponce redujo su producción semanal de 2 mil piezas de marroquinería, cuando comenzaron las noticias de que el Covid-19 había llegado a México, por lo que los pedidos disminuyeron y algunos se cancelaron. Sus productos son enviados a México, Querétaro, principalmente.
No obstante, para mantener a sus empleados, ahora fabrican cubrebocas. Esto gracias a un funcionario de Puebla que lo consideró para maquilar el producto, a diario elaboran 20 mil mascarillas. Este cambio de producción le permitirá dar empleo a 40 personas por dos 2 meses. Juan Pablo remarcó que es necesario contar con apoyos crediticios por parte del Gobierno.