León, Guanajuato.- Las tarjetas para las lavadoras automáticas están escasas, coincidieron técnicos en reparación consultados por este medio.
El tiempo estimado de espera para la refacción alcanza un mes, pero solo llegan bajo pedido ya que no hay abasto en el mercado.
Modelos con antigüedad mayor a cinco años tienen mayor complicación, sumado al costo que alcanza los 3 mil pesos.
Ricardo Ledezma es propietario de un taller de reparación de lavadoras en la colonia la Candelaria, detalló que tarjetas para las lavadoras automáticas, no hay en existencia.
Dijo que en promedio la refacción tarda 15 días hasta un mes, el costo promedio para este producto es de 2 mil pesos.
El técnico señaló que adicionalmente el reloj temporizador para los ciclos, son otra refacción en crisis por la escasez, el precio promedio de éste producto alcanza los 3 mil 500 pesos con los distribuidores.
Advirtió que a esto se debe sumar el tiempo que tarda la reparación, al que se le puede agregar dos semanas más, dijo el especialista.
Recordó que previo a dedicarse a este negocio, trabajó como pespuntador durante 40 años, hasta que decidió capacitarse en esta área.
Modelos pasados batallan más
Las tarjetas las traen de México y Monterrey, explicó Orlando Sandoval, a cargo del Servicio Técnico Sandoval ubicado en Real Providencia.
El técnico detalló que las refacciones están tardando un promedio de 22 días, aunque hay modelos de la marca Mabe, que ya no se consiguen tan fácilmente como la línea Kraken.
Explicó que las tarjetas son el cerebro de la lavadora, y la descompostura más común es por una variación en el voltaje, aunque tienen garantía de un año lo ideal es que funcionen por lo menos cuatro años sin problema.
Detalló que el precio promedio de la tarjeta ronda los 3 mil 500 pesos, más la mano de obra, esto de acuerdo con su experiencia de 30 años.
Las pausas les cuestan dinero
La pausa de una lavadora en renta por hora cuesta 54 pesos, explicó una colaboradora de la lavandería Lavamatic de la sucursal Las Trojes.
Detalló que en el negocio tiene una alianza con un taller, con el que no deben exceder más de tres años la reparación. Este tiempo les acumula pérdidas de 162 pesos por máquina descompuesta, aunque de momento no es el caso, refirió.
La Lavandería Saturno tiene dos meses, con una secadora descompuesta, Elena Samaniego detalló que su problema no son las tarjetas, sino encontrar un buen técnico que le dé resultados.
La honestidad y los tiempos de respuesta son para ella un mayor problema en su negocio de lavandería.
GT