León, Guanajuato.– Alrededor de 74% de la capacidad instalada de las pequeñas y medianas empresas se desaprovecha,
debido a que el personal hace múltiples tareas, de acuerdo con la Asociación para Tecnología de Manufactura (AMT).
Del total de las máquinas que una Pyme mexicana puede estar operando en sus labores, sólo utiliza 26% y el resto las mantiene detenidas, informó Carlos Mortera, director de Latinoamérica en la AMT.
En cambio, el promedio a nivel  Latinoamérica de las máquinas que se usan es de entre 40 por ciento y 50 por ciento, pero tampoco se llega su totalidad, refirió el director de la Asociación.
En varias ocasiones es el dueño de la misma empresa pequeña y mediana el que debe hacer varias funciones.
Por ejemplo, se encarga de comprar alguna herramienta o material, ir a negociar con el cliente, entre otras actividades, y esa falta de atención hace que se caiga el grado de utilización de las máquinas.

Muchas veces el dueño es el que tiene que hacer la programación de las máquinas y el arranque, entonces como no hay suficiente capacitación, entrenamiento y sistemas de trabajo bien desarrollados se pierde tiempo, debido a que la persona no puede estar usándola de acuerdo a como la máquina fue diseñada porque se está distrayendo en hacer otra cosa”, explicó el directivo.

Si bien se cuenta con las máquinas, no se usan al mismo tiempo, lo que puede retrasar las operaciones, añadió Mortera.
Para evitar ello se requiere la normalización del conocimiento, es decir, que todo el personal de los negocios pueda llevar a cabo diferentes roles para que avancen los procesos y si unos trabajadores están ocupados otros puedan usar las máquinas.

Asegurar que si tenemos poquitas personas adentro de la empresa, pues todas las personas estén con el mismo grado de conocimiento y experiencia en el trabajo que desarrollan”, afirmó.

Además de que la Pyme también debe tener la disponibilidad para hacer procesos complementarios y no esperar a un tercero, es decir, a otra empresa que sea parte del proceso de producción.
Por ejemplo, explicó el especialista, no debe esperar a una empresa que manufactura algún material y luego se devuelve a para concluir el producto final que será enviado para la venta a l consumidor.
Los tiempos de los terceros no son los mismos que los del empresario, explicó el directivo de la AMT, pues cada quien
tiene actividades y pedidos diversos, entonces se termina parando la línea de producción y la capacidad se queda detenida
hasta que no llega el material que se requiere y se mandó a maquilar.

SM

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