León, Guanajuato.-  El nearshoring representa para México la posibilidad de dejar de ser un país maquilador para migrar a ser uno de producción de capital, aseveró Edgardo del Rincón Gutiérrez, CEO de Banco del Bajío.

Lo que vemos es una posibilidad de un mucho mayor crecimiento de la inversión de compañías de distintos países, no solamente Norteamérica sino incluso compañías de Asia que están llegando y podrían llegar a México. 

“Es la posibilidad de migrar de ser un país más de maquila a un país realmente de una producción de capital, de una inversión fija que puede transformar a lo largo de los años muchos temas como la calidad de los salarios, la escolaridad, el crecimiento económico”, indicó el directivo en el Inside LatAm: México 2023, de Moody’s.

Si México se prepara en términos de logística, de talento para que las universidades impartan y formen las vocaciones adecuadas, el efecto del nearshoring tendrá un impacto relevante, abundó.

Banco del Bajío refirió que la inversión directa podría rondar 60 mil millones de dólares anuales, y que si esto se mantiene así durante 5 o 6 años,

México podría duplicar exportaciones entre 7 y 10 años. “Hoy buena parte de las exportaciones mexicanas van hacia Estados Unidos por tierra, si mejoramos un poco y tenemos una política que promueva realmente y que dé certidumbre en término de las
reglas, el impacto que eso tendría en la economía sería muy alto”, expuso.

Por su parte Renzo Merino, vicepresidente y analista senior de Moody’s, resaltó que el nearshoring será un soporte para la economía nacional.

Creemos que este proceso de nearshoring pudiera sostener un crecimiento de por lo menos de 2% cada año, por lo menos de esa tasa. En cuanto a las tendencias, veremos ‘oleadas’ de anuncios de inversión que luego se empezarán a ejecutar”, afirmó.

Calculan más ganancias

Las ganancias potenciales del nearshoring para los próximos cinco años en México podrían ser de 168 mil millones de dólares por exportaciones adicionales, de acuerdo a cálculos realizados por Banorte.

Dicha cifra estimada representa 30% más del monto que se exporta actualmente, afirmó Alejandro Padilla, director general adjunto de Análisis Económico y Financiero en Grupo Financiero Banorte.

La relocalización de cadenas productivas se ha venido dando desde los noventas, prácticamente cuando firmamos el TLCAN, y si analizamos el comportamiento de las exportaciones no petroleras desde los noventas hasta la fecha, inercialmente estas pueden seguir creciendo 6 por ciento cada año, independientemente del nearshoring lo cual es una tasa de crecimiento bastante atractiva.

“Pero el nearshoring sí llega a cambiar hasta cierto punto el paradigma del comercio exterior y México puede capitalizar estos cambios, México tiene una geografía envidiable siendo ahora el principal socio comercial de Estados Unidos.

Está en una posición para realmente capitalizar estas ganancias”, dijo el directivo. 

Lo anterior se explica porque con las disrupciones que hubo en las cadenas de suministro, impulsadas por las tensiones entre Estados Unidos y China y la pandemia por COVID, ahora la toma de decisiones de las empresas tienen que incorporar variables
diferentes en su gestión de riesgos, lo cual considera que sus áreas de producción ahora estén más cerca de sus áreas de consumo.

SM

 

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