León, Guanajuato.- La alta tasa de informalidad que existe en América Latina (AL) debilita el crecimiento económico de los países de la región, lo que convierte a los mercados laborales en un punto débil ante situaciones como la pandemia de COVID-19, aseveró el G30.
En la región alrededor de la mitad de los trabajadores están bajo un esquema informal o con autoempleo que no implica que se cuente con un título universitario, de a cuerdo con el reporte. “¿Por qué América L atina tiene un bajo desempeño?” del G30, grupo de académicos y líderes de gobierno.
Pero hay casos como Ecuador, El Salvador y Perú, donde más de dos tercios de los trabajadores son informales.
Este esquema complicó la generación de ingresos en los episodios más fuertes de la pandemia, donde varios sectores de la población se vieron obligados a quedarse en casa y trabajar únicamente vía remota.
Sin embargo, no todos los puestos laborales tienen esas posibilidades y muchos de estos suelen ser informales.
La informalidad generalizada del mercado laboral también dificultó la aplicación de los confinamientos, un vendedor ambulante que no trabaja no tendrá ingresos”, señala el reporte del grupo.
También se registró una escasez de oportunidades de trabajo remoto debido a la conectividad y alfabetización digital latinoamericana.
El reporte del G30 destaca que en Latinoamérica se pueden encontrar mercados laborales con informalidad generalizada donde existe una persistencia de este tipo de economía, una falta de voluntad ciudadana para pagar impuestos y excesiva regulación
y burocracia que orillan a ese tipo de mercado.
Así que el bajo desempeño económico de la región fue causado por varios factores, entre los que se incluyen las debilidades de la infraestructura de salud de América Latina, la prevalencia de empleos informales, así como la estructura particular de los hogares latinoamericanos, que refiere a que muchas generaciones están viviendo a menudo bajo el mismo techo.
En México, la tasa de empleo informal es de 57.1 % para las personas de 15 años y más, según el reporte, que cita datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por el contrario, hay naciones con una tasa menor, por ejemplo, Argentina registró 46.8 %, Brasil, 39.4 %, y Uruguay, 21.9 %.
El desempeño de Uruguay, quizás el mejor (o el menos malo) de la región, refleja plausiblemente una combinación de acceso universal a la salud, mayor formalidad laboral y protección social, relativamente mejor capacidad estatal y liderazgo sensato”, se explica en e l reporte.
Por el lado contrario, Ecuador alcanzó el mayor nivel, con 68.6 %; seguido de El Salvador, con 68.5 %, y Perú, con 68.4 %.
SM