León, Guanajuato.– Tener un sueño no basta, se debe trabajar mucho para conseguirlo, expuso Katya Echazarreta, la primera astronauta mexicana en viajar al espacio.
Ingeniera en Electrónica, Katya reconoció para destacar en la NASA tuvo que vencer la discriminación por ser mujer y además mexicana.
La astronauta participó en el Foro Go, su primera vez como conferencista en Guanajuato.
Con 28 años y originaria de Guadalajara, Katya tiene doble nacionalidad y vive en San Diego, California.
Platicó que cuando era una niña le fascinaba el espacio, además siempre fue muy curiosa; en la primaria hicieron una simulación de un viaje al espacio, y con 7 años estuvo segura de que algún día viajaría al espacio.
Diez años después decidió estudiar Ingeniería Electrónica para cumplir su sueño desde niña, y ya tenía la carta de aceptación de la universidad, sin embargo sus papás se divorciaron y de un día para otro la familia tuvo problemas económicos.
Estudiar en ese momento significaba abandonar a su familia, y no lo hizo.
Tomé la decisión de que no quería ningún éxito si al mismo tiempo tenía que sacrificar a mi familia en su peor momento”, afirmó Katya.
Comenzó a trabajar en McDonald’s, paseaba perros y hacía las tareas de sus compañeros para ganar dinero y salir adelante.
Entendí algo importante: no podía estudiar sin trabajar”.
Después de tres años, en una escuela comunitaria logró recibir dos becas completas y se decidió por la Universidad de California.
Llegó con 5 dólares para comer toda la semana, y mientras recibió su beca sobrevivió comiendo sopas instantáneas.
Gracias a que no dejé que la presión me consumiera me ofrecen mi primer trabajo como estudiante de Ingeniería, brinqué de McDonald’s a la NASA”.
Recordó que recibió discriminación en la universidad y hasta en la NASA, donde le decían que en vez de trabajar en cosas técnicas se pusiera a barrer, “como tu gente”, además con un año desarrollando proyectos ganaba menos que un practicante sin experiencia.
La carrera al espacio
En 2019 Katya aplicó para participar en una misión y comenzó a entrenar con fuerzas G, hipoxia, trajes espaciales, además de vencer la náusea que le provocan los viajes en carretera.
Tres años después le dieron una entrevista para ir escalando en la conformación de un equipo.
Cuando le dieron la noticia de que fue aceptada, sabía que no sería tan simple, porque ella representaba a muchas mujeres y a una nación.
Si me preguntan si un estudiante mexicano con solo esta ciudadanía puede lograr algo así, honestamente les digo que no. Si se quedan en México no”.
La astronauta presentó en el Senado una iniciativa para dar prioridad a las actividades espaciales en el país, y creó la Fundación Espacial Katya Echazarreta para crear oportunidades para que los mexicanos se preparen en la industria espacial de entretenimiento.
Para mí era muy importante poder usar esta experiencia para crear un cambio positivo en México”, afirmó.
SM