León, Guanajuato.- Comprender las variables humanas que influyen en la toma de decisiones del consumidor puede maximizar
la rentabilidad de los negocios.

Cuando un consumidor va por los pasillos de alguna tienda, más que ir en busca de productos o servicios, lo que quiere e s cubrir una necesidad biológica, humana y es por ello que realiza la compra.

Es en ese aspecto donde se tienen que concentrar y direccionar las estrategias de ventas, aseveró Juan Carlos Chávez, profesor de Creatividad y Bioeconomía en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE).

Considerar factores psicológicos y biológico-conductuales significa multiplicar las posibilidades de vender y, por lo tanto, crecer significativamente las ganancias”, dijo Chávez, autor del libro “Biointeligencia Estratégica, Etología Económica, Generador de Modelo de Negocio y Biología Conductual en la toma de decisiones”.

Por lo tanto, se debe recopilar la mayor información posible y entender qué es lo que requiere el potencial cliente a nivel consciente e inconsciente, lo que dará más oportunidades a que se haga una venta.

Los motivadores conscientes e inconscientes de los consumidores pueden tener un origen innato, cultural o por experiencia individual, refirió Chávez.

Una vez identificados, se puede determinar cómo un producto o servicio ofrece la posibilidad de satisfacer dichos condicionamientos, generando valor.

“En realidad no compramos productos o servicios sino deseos biológicos cumplidos”, detalló.

SM 

 

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