León, Guanajuato.- El peso mexicano registró su mayor depreciación semanal desde finales de marzo de 2020 luego de que los legisladores de Morena anunciaran su intención de poner en marcha la reforma judicial, que propone elegir en urnas a Ministros de la Corte y también el cambio del INE por otro instituto electoral.
También buscan aprobar las reformas propuestas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero de desaparecer organismos autónomos y adscribir a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
La justicia está por encima de los mercados”, afirmó López Obrador en su conferencia, este viernes, cuestionado sobre si le preocupaba la volatilidad observada tras el triunfo electoral de su partido y aliados, el domingo pasado.
Estos factores inyectaron nerviosismo a los mercados nacionales, por lo que tanto la divisa nacional como la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) anotaron profundas pérdidas en su balance diario y semanal.
El peso se depreció más de 2 % este viernes, por lo que el tipo de cambio superó la barrera de las 18.41 unidades por dólar en el mercado internacional de divisas (Forex), pero llegó a tocar un pico intradiario de 18.45, nivel no visto desde mediados de abril de 2023.
En la semana, la moneda mexicana acumuló una pérdida de más de 8 %, su peor balance en más de cuatro años, mientras que en su balance anual el peso ya registra una pérdida de 8.6 %, con lo que se despidió de la denominación del superpeso.
En la plaza bursátil, el principal índice de la BMV perdió 2.75 % en el día y cerró por debajo de las 53 mil unidades, mientras que en su balance semanal se hundió 3.99 %, su mayor caída desde la última semana de 2022.
Las declaraciones de López Obrador llegaron un día después de que el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, dijo que su grupo parlamentario estaba “presto” para debatir las reformas presentadas por el Mandatario.
La nueva composición del Congreso llega como consecuencia del apabullante triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, quien llegará a la presidencia de México tras obtener el 59.7 % de los votos y sacar una ventaja de más de 30 puntos porcentuales sobre
su más cercana rival.
Impera nerviosismo entre inversionistas
La victoria inesperadamente desigual del partido gobernante de México tiene a los inversionistas preocupados de que pueda usar su mandato para dejar de lado algunos de los controles al poder presidencial, que durante mucho tiempo han sido una fuente de consuelo para la comunidad empresarial.
La posibilidad de que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, pueda impulsar algunos de esos cambios durante su
último mes en el cargo en septiembre, tiene a algunos inversionistas especialmente nerviosos.
Ese periodo se superpondrá con una nueva legislatura en la que su partido gobernante, Morena, probablemente disfrutará de una supermayoría que le daría el poder para impulsar profundas reformas constitucionales.
Algunos analistas mantienen la esperanza de que la sucesora ungida de López Obrador, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, que prestará juramento el 1 de octubre, pueda adoptar un enfoque más gradual, pero ni siquiera eso es un hecho. Principalmente ha profesado su lealtad a las políticas de su carismático mentor.
López Obrador propuso una serie de cambios constitucionales en febrero que reestructurarían drásticamente el Poder Judicial de
México, eliminarían o neutralizarían algunas agencias reguladoras clave e introducirían algunos beneficios sociales nuevos y costosos, incluido un plan de pensiones estatal ampliado.
Contrapesos
Aunque ninguna de las medidas es bien recibida por los inversionistas, lo que pone particularmente nerviosos a algunos observadores son los cambios propuestos al sistema judicial de México -que incluirían la elección popular de jueces de la Corte Suprema- más la eliminación de órganos de supervisión claves.
Lo que menos quiere un inversionista, y piensa más en un inversionista que viene a poner una planta de miles de millones de dólares en México, lo que menos quiere es que de pronto le cambien las reglas”, dijo Esteban Polidura, director de estrategia de inversión para las Américas de Julius Baer, basado en Suiza.
“Por eso es que hay una sensibilidad muy alta a que exista ese Estado de derecho, a que las reglas se respeten, a que se respete la independencia de las instituciones que están ahí para tomar decisiones que no están ligadas a ningún gobierno”, agregó.
López Obrador propone reducir el número de magistrados de la Corte Suprema a nueve desde 11 y todos los jueces tendrían que ser reconfirmados en una elección extraordinaria el próximo año.
El plan ha sido criticado como un golpe a un sistema judicial independiente, que ha servido como control de algunas de las políticas más extremas de López Obrador. El mandatario sostiene que el Poder Judicial está secuestrado y al servicio de una
minoría.
Uno de los grandes contrapesos que ha tenido el gobierno han sido los organismos independientes y en particular el Poder Judicial”, dijo Ramsé Gutiérrez, vicepresidente senior y codirector de inversiones de Franklin Templeton. Sheinbaum dijo a medios locales la noche del jueves que cualquier reforma debe ser adecuadamente evaluada y explicada al pueblo mexicano.
Deslizamiento fiscal
Si bien el destino de los controles y contrapesos se perfila como un tema clave para muchos inversionistas, otros también están ansiosos por los planes para impulsar la jubilación y otros beneficios sociales en un momento de preocupaciones ya acentuadas
sobre el gasto en el año electoral.
SM