León, Guanajuato.- “Estuve muerta por dos horas digitalmente”… Así resume Elena su experiencia con el hackeo de su cuenta de Facebook.
La mujer de 39 años platicó que el sábado 21 de julio dejó su teléfono para ir a la lavandería, y por dos horas estuvo desconectada. “Vivo con el teléfono en la mano, por mi trabajo, y ese día lo deje”.
Esas dos horas fueron suficientes para que delincuentes cibernéticos fingieran ser familiares y pidieran dinero para su “funeral”.
En México la usurpación de identidad con Inteligencia Artificial se incrementó 218% durante 2023.
Cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revelan que de enero a octubre de 2023 recibió mil 607 reportes por robo de identidad.
El 62% se debía a hackeo de información de redes sociales, 26% fue por robo de información del celular y 2% por clonación de tarjetas bancarias o falsificación de firma.
Mientras Elena estaba desconectada digitalmente, en su muro de Facebook publicaron una foto suya con un moño negro, en señal de duelo, notificando que estaba muerta.
Con gran dolor en el corazón les compartimos que mi tía Elena ha fallecido hace unos momentos”, decía el mensaje.
Detalló que ese día no revisó el teléfono en absoluto, la noche anterior hizo una última publicación, que estaba relacionada con la ausencia de su papá, quien falleció hace tres años.
Pronto vamos a estar juntos”, decía ese mensaje. “Hubo quienes se cuestionaron que me suicidé”.
En la lavandería recibió una llamada de su esposo para saber si estaba bien y preguntar por qué no contestaba el teléfono. Le informó que algo estaba pasando con su cuenta de Facebook y su familia estaba preocupada.
Elena destacó que gracias a esa llamada y a que su hijo menor la vio irse a la lavandería las cosas no se descarrilaron.
Al regresar a la casa y ver el teléfono, estaba trabado de tantos mensajes y llamadas”, platicó.
Recordó que la primera llamada que atendió fue de su mamá, y pudo aclararle que estaba bien. El resto del fin de semana estuvo aclarando la situación con sus familiares y amigos.
“Escuchar la desesperación, tristeza, de la gente que me quiere, fue horrible, pero lo preocupante es el nivel al que han llegado los delincuentes”.
Elena refirió que ya no pudo recuperar su cuenta de Facebook ni la de Instagram, porque están vinculadas.
Evitan fraude
La mayoría de los familiares de Elena viven en Irapuato y Celaya, otros más en Estados Unidos, algunos le pidieron hacer una videollamada para confirmar que se encontraba bien.
A la media hora de la primera publicación en Facebook quienes hackearon su cuenta hicieron una segunda pidiendo dinero para los gastos funerarios.
Debido a lo prematuro de la muerte de mi tía, quien quiera apoyar mande un mensaje directo para pasarles el número de la tarjeta”, decía la publicación.
Afortunadamente para la familia de Elena la localizaron rápidamente, evitando un posible fraude. Las personas cercanas sabían que estaba bien y comentaron en la ubicación que se trataba de un engaño.
La trampa
Elena comentó que el fraude se dio tras haber aceptado una solicitud de amistad de una prima suya, sin saber que esa cuenta había sido hackeada antes.
La identidad de su prima era usada para publicar ventas fraudulentas de artículos como lavadoras y celulares.
La acepté sin poner mucha atención porque andaba ocupada con el trabajo. Después nos enteramos de que era falsa, y no me acordé de bloquearla”.
DAR