León, Guanajuato.- El trabajo de investigación llevó a Carmen Domínguez, del desarrollo científico, a colaborar para Tesla, en Estados Unidos.
Originaria de Saltillo, Coahuila, Carmen Domínguez recordó que cuando era niña le interesaba saber cómo funciona todo: la tele, el refrigerador, se le facilitaba la física y matemáticas. En la escuela le iba bien, pero en casa no podía tomar los juguetes de sus hermanos.
Ella formó parte del panel en el que participaron cinco científicas para compartir su experiencia en el camino de la ciencia, para inspirar a chicas estudiantes de preparatoria que acudieron al Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), este viernes al evento “La Ciencia también es cosa de mujeres”.
La doctora en Ciencias en Óptica, Carmen Domínguez, explicó que trabaja en el grupo que se encarga de la producción de las baterías de los autos eléctricos, en Tesla.
Su trabajo de investigación en el CIO, en sensores de fibra óptica, fue la puerta de entrada para colaborar en la compañía de Elon Musk, desde hace diez meses.
Cuando estaba terminando el doctorado vi ofertas de trabajo en LinkedIn de Tesla y apliqué”.
Reconoció que cambiar de la investigación a la iniciativa privada le ha permitido aprender. Dentro de su grupo es la única latina, las mujeres son una minoría.
Conforme fue avanzando en el nivel académico sus papás cambiaron su idea de que las mujeres deben enfocarse en los quehaceres de la casa.
“Espero que las generaciones futuras no tengan este problema, queremos hacerle ver a las chicas que hay muchas oportunidades para ellas”.
Su primer trabajo fue en un McDonald’s, ahí una compañera la orientó hacia la Ingeniería Física, en su entorno nadie se dedicaba a la ciencia.
Admitió que en comparación con sus compañeros, “no teníamos las mismas oportunidades, a ellos los apoyaban mucho”, ella sentía que eran más listos, incluso hubo un maestro que le aconsejó que se cambiara de área. Pese a esto insistió; dijo que es importante tener gente que te impulse, “y si no hay nadie, ser tu propia porrista”.
Primer reto, la limitación familiar
Dulce González, es ingeniera en Óptica Visual y trabaja en el CIO; originaria de Xalapa, Veracruz, recordó que cuando estaba en la primaria decidió que estudiaría Física en la Facultad de la UNAM.
Este fue el primer reto, ella es la hija mayor en su familia, su papá le dejó de hablar cuando decidió migrar a la Ciudad de México. “Tuve la suerte de que mi mamá, me ayudó, me motivó y me llevó a hacer el examen”.
En el quinto semestre de la carrera decidió enfocarse en la óptica, en la UNAM hizo una Maestría en Ingeniería Eléctrica. Su Doctorado lo estudió en Tucson, Arizona, en el Colegio de Ciencias Ópticas.
Reconoció que el primer año fue complicado, sus compañeros eran chinos e indios, había una competencia amigable, lo que la hacía estar en estudio constante.
La curiosidad, la lleva a la ciencia
Oriunda de Manuel Doblado, Laura Castellano recordó que de pequeña hacía extracción de flores para esencias, la curiosidad la llevó a la ciencia.
En la secundaria decidió ser química, sus papás la apoyaron completamente, nunca encontró obstáculos en su formación como química fármaco bióloga con especialidad en suelos y fertilizantes.
Hizo una estancia en Dallas, Texas; ahora trabaja con biomateriales para ayudar al proceso de curación de heridas. “Van a encontrar obstáculos pero se vencen”, dijo a las estudiantes.
Es ejemplo en su familia
Cuándo era niña a Erika Rodríguez le preguntaron qué quería estudiar, tenía dos opciones: médico y maestra.
En su familia ella fue la primera que tuvo la oportunidad de estudiar más allá de la secundaria. Llegado el momento, su familia solo podía pagar dos fichas para ingresar a la universidad, eligió Química, en su generación solo eran dos mujeres.
Tras su formación universitaria obtuvo su Doctorado en Ciencias.
Posteriormente se integró al CIO para enfocarse en bio-sensores ultrasensibles, que permiten la detección de contaminantes ambientales, que determinan enfermedades a través del aliento.
Emigra de Rusia
Svetlana Kashina es originaria de San Petersburgo, en Rusia. Proveniente de una familia de médicos, se salió del molde y eligió estudiar en la Academia Estatal de Química y Farmacéutica, para estudiar de forma gratuita.
La doctora en Química recomendó que estudien un área multidisciplinaria, para tener un campo laboral más amplio.
Actualmente está haciendo un posdoctorado en Ingeniería Biomédica para nanomateriales y forma parte de la red global de mentores en el Valle de la Mentefactura.
AAK