Con una emotiva misa de acción de gracias en el Templo Expiatorio, el Instituto América festejó su 80 aniversario de fundación.
En la celebración estuvieron presentes autoridades de la institución, alumnos, padres de familia y exalumnos de todas las generaciones.
La misa fue oficiada por los sacerdotes, Ramón Martínez Cardozo, Pedro Flores Sánchez y José Manuel Reyes Amézquita. Tras de ellos ingresó al templo una escolta que portaba la bandera del Instituto América y que marchó acompañada del compás de la banda de guerra.
Posteriormente, entraron 80 pequeños alumnos, cada uno portando una flor que dejaron como ofrenda en el altar, como símbolo de agradecimiento por cada uno de los años de trayectoria de la escuela.
Los cantos de la misa fueron interpretados por el coro de niños del mismo instituto. Durante la homilía, los padres resaltaron la importancia de ser agradecidos tanto con Dios como con las personas y agradecer por la vida, por la familia y por esta institución que a lo largo de ocho décadas ha formado a miles de estudiantes.
Durante la ofrenda, alumnos y exalumnos colocaron en el altar una pequeña línea del tiempo por décadas, que mostraba algunas fotos de cómo era la escuela en esos años y también algunos de los grupos que estudiaron en ese entonces.
Cada década era llevada por alumnos pertenecientes a las generaciones de ese tiempo e iban escoltados por uno de los alumnos actuales quienes portaban una vela para augurar luz en el camino de la escuela.
Al terminar la misa, la bandera del instituto volvió a salir al compás de la banda de guerra y los exalumnos que ahí se reencontraron no perdieron la oportunidad de tomarse fotos y saludar a algunos de los maestros.
En la ceremonia estuvieron presentes la reverenda madre Graciela Rojas, superiora general de la Congregación de las Hijas Mínimas de María Inmaculada; madre Filomena Luna, directora general del Instituto América y madre Carolina Calderón Alfaro, directora administrativa del Instituto América, entre otras autoridades.
Primera generación
A lo largo de 80 años al servicio educativo de la comunidad, el Instituto América alberga infinidad de historias que hace que sus exalumnos lleven a la escuela en el corazón.
Tal es el caso de la señora Valentina Grycuk, quien llegó desde Polonia hasta León durante la Segunda Guerra Mundial sin hablar absolutamente nada de español; fue en el Instituto América donde aprendió a comunicarse, formando parte de la primera generación y por eso le guarda un gran cariño.
“Me siento emocionadísima de estar en este aniversario, es un gran regalo de Dios para mí. Agradecida con todas mis maestras, no pararía de expresar todo lo que mi corazón tiene de gratitud para esta institución”, expresó la señora Valentina Grycuk.