Ciudad de México.- En México 25 por ciento de las mujeres que trabaja emprende, pero 80 por ciento lo hace en la informalidad.

“El tema del emprendimiento es una alternativa para tener una fuente de ingresos y vemos que una de cada cuatro mujeres que participa en el mercado laboral es emprendedora y de esa proporción, más del 80 por ciento lo hace de manera informal”, advirtió Fernanda García, experta del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

La proporción de mujeres emprendedoras en la informalidad cambia según el estado de que se trate, ya que en Querétaro, 68 por ciento son informales, mientras que en Guerrero y Oaxaca, 92 y 94 por ciento, de los emprendimientos  respectivamente, están en esta condición.

Agregó que cuando las mujeres están en la informalidad precarizan sus ingresos y carecen de seguridad social, pero es la alternativa que tienen para compaginar su vida personal y laboral. 

Detalló que las emprendedoras formales tienen ingresos mensuales que casi doblan a las de aquellas que están en la informalidad, ya que las primeras ganan unos 10 mil 600 pesos mensuales, contra 5 mil 600 pesos de las informales. 

Los sectores en donde se desempeñan las emprendedoras son 43.4 por ciento en el sector comercio y 37.5 por ciento en el de servicios.

García destacó que las mujeres que se encuentran en esta condición tampoco tienen acceso a créditos bancarios porque no tienen manera de comprobar sus ingresos. 

Dijo que pueden recurrir al crédito de Gobierno pero si son informales les prestan menos.

“Carecen de acceso a créditos de financiamiento, hay programas en diversas entidades que como emprendedora puedes acceder a créditos de Gobierno pero si estás en la informalidad, el monto es menor. Pero si vas a un banco, no te darán el crédito si estás en la informalidad”, manifestó García.

Comentó que la tasa de participación económica de las mujeres es prácticamente la misma desde hace 20 años, por lo que se ven obligadas a buscar alternativas, como el autoempleo.

“Vemos la serie desde 2005 la tasa de participación económica de las mujeres es prácticamente la misma, la brecha salarial, todo prácticamente está igual desde hace 20 años. La tasa de participación de las mujeres es de 46 por ciento, pero en 2005, ésta era de 41 por ciento, para ese periodo los avances no son significativo”. consideró.

El Imco añadió que la informalidad se traduce en una carencia de certidumbre jurídica, acceso a servicios de salud y una ausencia de prestaciones laborales.

HEP 

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