La Princesa Letizia causó polémica con su vestimenta durante el acto de bienvenida al Papa Francisco, al portar un vestido centímetros arriba de las rodillas y las piernas ‘al natural’, todo lo contrario a lo que dicta el protocolo.
De acuerdo con el portal Vanitatis, la esposa del Príncipe Felipe de España acudió al evento con una falda más corta de lo que señalan las normas del Vaticano, y que se acentuaba aún más con sus medias en tonalidad piel, prácticamente transparentes.
En el recibimiento del nuevo Pontífice, ni Letizia ni la esposa del Presidente Mariano Rajoy, Viri Fernández, utilizaron peineta, uno de los accesorios que se recomienda llevar.
El Vaticano ha mantenido siempre una serie de lineamientos de formalidad que exigen a las mujeres católicas portar vestido largo o dos piezas de manga larga, sin escotes y siempre de color negro, a excepción de algunas integrantes de la Realeza a las que se les concede la opción de utilizar ropa blanca.
En ese caso sólo se contemplan a las Reinas Sofía y Fabiola, de España; la Gran Duquesa María Teresa, de Luxemburgo; la Princesa Marie, de Mónaco; la Princesa Charlène, de Liechtenstein, y la Reina Paola, de Bélgica, estas dos últimas también polémicas por no haber acatado los señalamientos de la indumentaria.
Otras de las normatividades son la de utilizar calzado discreto, sin tacones de aguja, y llevar maquillaje sencillo, casi natural, y no en tonos oscuros como los que usó la Princesa de Asturias.

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