El actor Juan Manuel Bernal tuvo que dejar de trabajar después de filmar la cinta Obediencia Perfecta, pues su personaje de cura pederasta le dejó crisis nerviosas y depresivas.
“Yo digo que toqué al diablo y se la cobró. De hecho, dejé de trabajar por lo mal que quedé y me tardé tres meses para sacarlo de mi sistema. Hasta ahorita retomé un papel muy ligero en Amor a Destiempo y eso me tiene muy relajado, afortunadamente”, dijo ayer el actor.
Una de las escenas que más le afectaron en el rodaje dirigido por Luis Urquiza fue cuando su personaje observa a un niño bañándose en la playa, después lo intenta secar para tocar su cuerpo y al final el pequeño le lanza una mirada de miedo.
“Esa mirada fue impactante. Fue un proceso difícil para mí y para el niño, que era súper profesional, pero finalmente la responsabilidad recaía en el adulto, que era yo. Cuando vi la película, volví a temblar. ¡Me duraron mucho tiempo los ataques de ansiedad y de nervios!
Bernal añadió que esta ópera prima será más polémica de lo que fue en su momento El Crimen del Padre Amaro.
“Ya vi un primer corte y es un película muy dura. La reacción de la gente de cine, de productores y distribuidores, ha sido increíble. Dicen que está muy cabr…, pero que debe verse. Los que vieron El Crimen del Padre Amaro se encontrarán aquí con algo mucho más fuerte”.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *