Tras una larga gira para festejar sus 30 años de carrera, Luis Miguel decidió disfrutar del clima del estado de Florida durante tres días, acompañado por su hermano Alejandro y dos mujeres desconocidas.
Los Gallego Basteri dejaron la mansión que el cantante posee en Los Ángeles, California para pasar un fin de semana entero a bordo de Único, el yate de la marca Sunseeker que, desde el 2007 el artista adquirió y en donde se le ha visto acompañado no sólo de sus amigos, sino también de algunas de sus parejas.
Paparazzis de diversos medios, tanto mexicanos como internacionales se han encargado de buscar los momentos de esparcimiento del padre de Michelle Salas, es por eso que ha sido captado en cubierta de la embarcación al lado de la madre de sus hijos, Aracely Arámbula, la socialité Brittny Gastineau, la conductora Daysi Fuentes y la cantante Mariah Carey, entre otras.
Todo indica que los 60 conciertos que el boricua, nacionalizado mexicano desde pequeño, ofreció en su tour lo inspiraron a refugiarse de nueva cuenta en uno de sus lugares favoritos: Miami.
Los dos hermanos permanecieron casi todo el tiempo a bordo del navío, al lado de las dos mujeres. Alejandro estuvo pendiente de una chica morena de cabello rizado, mientras que Luis Miguel se dedicó a tomar vino, mientras platicaba con la otra fémina, de cabello castaño y que portaba un bikini de color anaranjado y a quien, en algún momento del viaje, llevó a pasear sobre una jet-sky.
El barco usualmente se encuentra atracado en el Club de Yates Turnberry Isle Marina en Florida, pero eso no le ha impedido llegar a costas del País como Los Cabos, Mazatlán y Acapulco, puerto en el que el intérprete vacacionó durante varios años de su vida y tuvo varias propiedades.
Las que sí han sido una constante durante los viajes del cantante son las mujeres bellas, el vino y los jet-sky.
En algún momento del viaje, Luis Miguel y Alejandro atracaron en el Fontainebleau Hotel, uno de los más emblemáticos de la zona por su diseño arquitectónico y, por supuesto, por ser uno de los más exclusivos, por lo que suele ser uno de los destinos consentidos de varias estrellas.
Sin embargo, cabe aclarar que no pasaron la noche en el lugar, ya que decidieron regresar a dormir al yate, el cual cuenta con cuatro camarotes para ocho personas, baños separados, salón de juegos, centro de entretenimiento, pantalla gigante, estudio, bar, muebles tapizados en piel, jacuzzi y centro de lavado, además de habitaciones para la tripulación y personal de servicio.
Aunque en 2012 el cantante decidió vender el departamento que poseía en Miami, eso no le ha impedido regresar en reiteradas ocasiones al lugar.
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Luis Miguel decidió disfrutar del clima del estado de Florida durante tres días.