Una película mexicana, por ejemplo, “Nosotros los Nobles”, sale a las pantallas y se convierte en un éxito millonario. ¿A dónde va a parar cada peso pagado por los boletos de entrada?
De los más de 290 millones de pesos (según cifras de la Canacine) que ha recaudado hasta el momento la comedia de Gaz Alazraki, sólo una pequeña parte ingresará a los bolsillos de los productores.
En el esquema de repartición el más beneficiado es el exhibidor, que se lleva una cuota superior al 50% y que llega incluso al 60.
Después, el distribuidor puede ganar hasta el 30% con lo que el rubro creador tan sólo obtendrá el 10%, confirman fuentes de la industria fílmica nacional.
“La distribución del peso en taquilla es un acuerdo entre particulares no regulado. Con el tiempo, en lugar de volverse más relajado, se ha ido concentrando”, critica Víctor Ugalde, líder de la Sociedad de Directores. “Los exhibidores se llevan al menos el 50%”.
No obstante, para el sector de la exhibición, esta cuota es justa.
“El exhibidor invierte en cines, cada cine cuesta varios millones de pesos. Esta inversión se tiene que recuperar a través de las fuentes de ingreso que tienen los exhibidores, una de ellas es la taquilla.
“De las películas que se exhiben, hay una proporción, arriba del 50% que es con la que se queda el exhibidor”, explica Miguel Rivera, director de programación de Cinépolis.
Ninguna de las otras partes del círculo (producción y distribución) ponen tanto de su dinero como los cines.
“El productor hizo una inversión en una película, en una gran mayoría de los casos esa inversión proviene de recursos públicos (estímulos como Eficine, Fidecine). Recursos privados, en realidad, no se están canalizando a la producción de cine”, destaca.
Fuentes de la distribución que pidieron el anonimato señalaron que las compañías distribuidoras realizan negociaciones con los exhibidores para acordar porcentajes exactos, arreglos que se cierran antes de los estrenos.
Los gastos de la distribución van desde el arreglo del “booking” (fechas y lugares de exhibición), la creación de copias de la película, hasta la realización de campañas de marketing y prensa.
“Por lo general, los porcentajes dependen de la semana en la que vaya la película. El exhibidor y el distribuidor acuerdan que en las tres primeras semanas (descontando lo destinado a la película) irán 50/50, la que sigue 60/40 y así”, dice una fuente del sector.
El año pasado se aprobó el Beneficio a la Distribución, promovido por Conaculta, que ofrece 2 millones de pesos para la difusión de cada proyecto seleccionado.
Pero, al final de la cadena, alrededor de un 10% resalta Leonardo Zimbrón (coproductor de “Nosotros los Nobles”), es lo que le toca a la película (socios, inversionistas y productores), que ya pusieron capital, la mayoría de las veces apoyados por estímulos fiscales.
Directores, actores y técnicos ya recibieron sueldos al momento de la realización del filme.
“Nos toca lo mínimo, pero así es el sistema. Que no piensen que nos hacemos ricos con la taquilla. La verdadera ganancia viene en la exportación del producto y la variedad de ventanas de exhibición. Cuando logras estar en otra región completa y lanzar ahí tu título, ahí vienen las ganancias”, resalta Zimbrón.
En el caso de “Nosotros los Nobles”, la repartición de ganancias variará de este esquema, dado que Warner Bros. Pictures México, además de distribuirla, fue coproductora, entonces su participación es mayor aunque al final el exhibidor será quien más se lleve.
“El porcentaje para los productores sí resulta poco”, admite la productora Marisa Gomez (Recién Cazado). “Pero es una lucha y nos apasiona el negocio del cine. Eso nos obliga a hacer cada vez mejores películas”.
A diferencia de Víctor Ugalde, Maximiliano García, director de la Canacine, cree que los acuerdos para dividir el peso en taquilla no deberían ser objeto de regulación.
“Son acuerdos de sectores privados, que se hacen con tanta libertad como ellos mismos puedan acordar. El modelo (mexicano) se parece mucho a lo que hay en otros países. No varían tanto los porcentajes”, menciona.
ASÍ LO DIJO
“Hablar de la distribución del peso en taquilla es una discusión eterna, pero no se puede pensar que esa distribución sea diferente cuando las inversiones también son distintas, y sobre todo las inversiones de capital privado”.
Miguel Rivera, director de programación de Cinépolis
Así se distribuye la taquilla:
16% al pago de impuestos
1.5% a derechos de autor
De la cifra restante
Más del 50 y hasta el 60% al exhibidor
28 al 30% al distribuidor
12 al 10% al productor
Ganan productores más en el extranjero
En el resto del mundo los exhibidores de cine también reciben una pieza mayor en el pastel de la repartición de las ganancias en taquilla de una película.
Sin embargo, en otras industrias, también, los productores de las películas salen mucho mejor librados que en México, donde su pedazo orbita al rededor del 10 por ciento.
En el caso de España, incluso, los productores, con un 27.11 por ciento del costo de las entradas, obtienen mayores ganancias que los distribuidores (11.6)
Los exhibidores en el país europeo obtienen una tajada de 39.44 por ciento y el Estado español, por concepto del IVA, obtiene el 21 por ciento y un .7 por ciento se destina a derechos de autor, explicaron miembros de la comunidad fílmica del país europeo.
En el caso argentino, explica el cineasta y productor Pablo Trapero, aunque similar al del país México, los productores también reciben más que los distribuidores.
“En Argentina igualmente la mayor parte del ticket siempre es del exhibidor. Primero se paga un impuesto del 10 por ciento. Después, entre el 50 y 60 por ciento va para la sala. Con los distribuidores depende el arreglo de cada película, pero van del 10 al 20.
“Pero a los productores, lo que les toca del ticket, es un 30 por ciento con mucha suerte, un 25”, explica.
En Brasil, de acuerdo con la Agencia Nacional de Cine, que regula la industria cinematográfica en el país sudamericano, entre un 10 y un 17 por ciento corresponden al productor, dependiendo de las negociaciones que haya hecho durante su participación en el financiamiento de la películas.
Un 53 por ciento corresponde para el exhibidor y un 30 por ciento para el distribuidor.
En Francia, según cifras del Centro Nacional de la Cinematografía francés (CNC) y de un informe del Senado sobre la cultura, en promedio un 42 por ciento del precio del boleto del cine va para productores y distribuidores, pero la cifra varía dependiendo los años.
Durante la primera semana de exhibición, el porcentaje que se destina a productores-distribuidores es de 50 por ciento del precio de un boleto y va bajando con el tiempo hasta el 30 por ciento en las últimas semanas de exhibición.
Los exhibidores, en promedio, se llevan el 41 por ciento, y el resto corresponde a impuestos.
Con información de Carlos Rubio, Alberto Armendáriz, Mónica Delgado y Mario Abner Colina